PP y Vox aprueban el plan urbanístico para demoler El Corte Inglés de Méndez Álvaro en Madrid con la izquierda en contra

La izquierda ha votado en contra de la propuesta del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. El responsable del ramo, Borja Carabante (PP), ha explicado que el objetivo del nuevo planeamiento, bautizado como Nuevo Sur Méndez Álvaro, es «regenerar el espacio público», ampliar las dotaciones y las zonas verdes del distrito y adaptar el urbanismo a un «entorno de intensa actividad económica». «El 100% del suelo corresponde ahora a El Corte Inglés, después que se apruebe la modificación, el 72% del suelo pertenecerá al Ayuntamiento de Madrid», ha celebrado Carabante.

El concejal socialista Antonio Giraldo ha criticado que el plan «se hace sobre una sola parcela, sobre un único propietario», lo que les «hace dudar de su interés general», sobre todo, con «el cambio de uso, de terciario comercial a terciario oficinas, cuyo metro cuadrado es mucho más rentable». «No podemos permitir la ventanilla única, el urbanismo 'ad hoc'», ha dicho. Por su parte, el edil de Más Madrid Álvaro Fernández Heredia, ha lamentado que el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida no haya decidido las dotaciones que levantará, mientras si «tienen muy claro lo que van a dar a El Corte Inglés, una operación con una rentabilidad de 77 millones de euros». «Vienen a contar el discurso facilón del pelotazo y de la recalificación urbanística porque no se han leído el expediente», ha respondido Carabante.

La modificación del PGOU que empezó a rodar el pasado verano consigue luz verde después de resolver los 24 escritos de alegación presentados. En enero, cuando tenga el beneplácito de la Comunidad de Madrid, arrancarán los trabajos de demolición y el plan de las dos torres (o una sola) de 100 metros de altura «estará en marcha a lo largo del primer trimestre de 2024», según una portavoz de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Este planeamiento en el distrito de Arganzuela recalifica el terreno donde se erige El Corte Inglés y lo divide en dos parcelas.

En la más pequeña, de 3.311,29 metros cuadrados y titularidad privada, se levantarán uno o dos edificios de oficinas con un máximo de 27 plantas, una o dos torres sobre la gran avenida del sur que conecta Atocha con la M-30 y que «creará un efecto escenográfico que conformará la imagen de entrada a la ciudad», afirman desde el Ayuntamiento de Madrid. La segunda parcela, de 8.500 metros cuadrados (el 72% del total), se divide a su vez en otras dos fincas: una calificada como zona verde, que se transformará en un parque para el distrito, y otra reservada para un equipamiento dotacional con un aparcamiento subterráneo.

El reparto de un total de 11.811,29 metros cuadrados responde al acuerdo de este verano en el que, para zanjar un largo embrollo judicial y encontrar una solución alternativa al derribo de tres de sus centros comerciales, El Corte Inglés se sentó con el consistorio y el denunciante fuera de los juzgados. Con el primero pactó la cesión de terrenos para crear nuevas dotaciones públicas; al segundo lo compensó con 350.000 euros. Un juzgado madrileño validó ese acuerdo de mediación el pasado mes de julio, según informó eldiario.es, y los grandes almacenes esperan ahora los últimos trámites de modificación del PGOU para ejecutar sus planes.