La Policía investiga a un nuevo grupo neonazi nacido en Madrid en plena ola antisemita

Esta perorata sale de la boca de lo que parece un veinteañero ataviado con pasamontañas y acompañado de cinco individuos más, de constitución atlética y con sus caras pixeladas, que van vestidos con camisetas negras con el anagrama de una doble letra N unida por una cruz como la de Cuelgamuros. En el vídeo, sobre el audio, se intercalan imágenes de palizas callejeras, inmigrantes en pateras, Pedro Sánchez, titulares de prensa sobre violaciones, fotogramas de la exhumación de Franco y, cómo no, una foto de George Soros. Es el vídeo de presentación de Núcleo Nacional, un nuevo grupo neonazi que ya está bajo la lupa policial, más ahora, en plena ola antisemita por la guerra entre Israel y Palestina.

No pasarían quizá de ser una caricatura más si, además de tener un discurso abiertamente «nacional-socialista», como se identifican ellos mismos, no hubiesen congregado a más de 200 personas el día de su puesta de largo. Fue el 14 de abril, una fecha nada azarosa, en el Espacio Ardemans, en el barrio de La Guindalera, un local que acoge conferencias y actos vinculados a la extrema derecha y al revisionismo histórico profranquista y hitleriano.

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Sus integrantes vienen de distintas facciones ultras, algunas que acababan de ser disueltas, como Bastión Frontal (la más poderosa hasta hace unos meses), pero también de organizaciones más veteranas como Democracia Nacional, Juventudes Canillejas, Skin Moncloa, Ultras Sur...

La semilla de esta organización, explican fuentes policiales, hay que buscarla en las concentraciones que vienen sucediéndose a diario desde noviembre en la calle de Ferraz, en contra de Pedro Sánchez y su Gobierno, convocadas por colectivos de extrema derecha. Ya allí empezaron a verse a finales de año a personas con el anagrama NN, en referencia al apelativo Noviembre Nacional, que se reproducía por las redes sociales de los organizadores.

Propugnaban ser un grupo «patriota» que buscaba «la sublevación civil» contra el Ejecutivo central. Los mismos que en Fin de Año montaron una piñata con la figura del presidente Sánchez a la que apalearon. Los que en algunas ocasiones se enfrentaron a la Policía Nacional allí desplegada. En la actualidad, en Ferraz, se reúnen por las noches unas 130 personas. El sábado que coincidió con la 'reflexión' de Sánchez sobre su futuro político llegaron a un pico de 300.

La conformación en un grupo conjunto quizá era algo que se veía venir, en medio de un ambiente cada vez más crispado. A inicios de este 2024, comenzó a cristalizar ese proyecto de Núcleo Nacional, con una primera presencia en redes sociales, para lograr darse a conocer, financiarse con donaciones y, por supuesto, hacer proselitismo.

Así es como llegaron a la puesta de largo del día 14 en el Espacio Ardemans. Los portavoces que dieron la cara (porque en la mesa de convocantes había otros con pasamontañas) eran Enrique Lemus, un historiador vinculado a Democracia Nacional; también tomó la palabra un 'streamer' gallego; y el escritor y colaborador en algunas webs Carlos Paz, entre otros. Es parte importante Alberto Gonzalo de Juan, líder del grupo musical radical Pugilato, quien ya fue condenado a un año de prisión junto a Eduardo Clavero, de la banda Batallón de Castigo, tras un concierto.

El discurso que pregonaron iba desde la formación «también física» de los jóvenes que entraran en el grupo para emprender la «limpieza de calles y barrios» a la mención de «ese pueblo», al que evitaron referirse explícitamente por las consecuencias penales, en referencia al judío. Inmigrantes, aborto, distintas sexualidades y añoranza «de los valores» de la época franquista fueron otros ejes de la deposición, siempre con un tono amenazante y con intención de pasar a acciones en las calles.

Ya han encargado pasquines y pegatinas que comienzan a colgar por paredes, árboles y farolas de la geografía no solo madrileña, sino en otros puntos de España; porque aunque la organización está en la capital, su idea es expandirse por todo el país. El perfil de sus integrantes es de hombres de entre 20 y 40 años, aproximadamente, aunque, debido a la distinta procedencia de estas facciones ahora aglutinadas, también hay más veteranos, como el propio Enrique Lemus. Eso sí, ya han comenzado a producirse fisuras entre ellos, a cuenta del liderazgo y visibilidad, especialmente con Democracia Nacional.

Además de la inmigración, los okupas, el colectivo LGTBI, están en contra de quienes defienden acabar con el Valle de los Caídos y la exhumación de Franco y José Antonio Primo de Rivera. Precisamente sobre este último, cuentan con el apoyo de un diario digital de marca falangista donde ya han colgado una suerte de comunicado de su postura sobre la guerra entre Israel y Palestina. Haciendo malabarismos 'ideológicos' se posicionan a favor de los segundos.

Antisemitismo sobre islamofobia, pero con el siguiente matiz: «Cualquier patriota español no debe olvidar que es Israel quien financia la invasión magrebí a la que está siendo sometida toda Europa. Para acabar con un problema hay que cortarlo de raíz. Por no olvidar que Israel también está masacrando a los católicos que residen en la franja de Gaza sin ningún tipo de miramiento, llegando incluso a bombardear las iglesias cristianas». Esa es su tesis.

Lejos quedan los tiempos en que el Hogar Social Madrid capitalizaba las acciones callejeras de la extrema derecha en Madrid. Vino a sustituirles Bastión Frontal, al calor de las protestas por el centro de menas de Hortaleza y con repercusión también en manifestaciones por el distrito de San Blas-Canillejas, donde estaban arraigadas las Juventudes Canillejas, facción ultra liderada por el boxeador Alberto A. C., uno de los más veteranos.

Ahora, Núcleo Nacional está intentando beber del caladero de los más jóvenes. Su perfil de Instagram apenas tiene publicaciones (tras suspenderse su cuenta) y posee más de 16.000 seguidores. En X (antes, Twitter) y Telegram tienen más éxito. La presencia de mujeres entre sus filas es pequeña aún.

Hay interesados en conocer las actividades de esta organización a los que les indigna que aparezcan con el rostro embozado, habida cuenta de que lo que buscan es salir a la calle de 'caza'. La respuesta de los administradores de las cuentas de NN es que «el pasamontañas protege de sanciones económicas, despidos improcedentes, persecución de los medios y posibles reprimendas a las familias por el mero echo de decir que el cielo es azul». Es decir, una arenga la de su discurso de movilización que choca, sin embargo, con dar la cara: «Si pensáis que gente que tiene niños va a jugarse el pan de su hijo, lo tenéis claro. Si un empresario consigue despedirnos a uno de nosotros al empresario le dan una medalla, nosotros no comemos y encima dejamos de hacer la labor que hacemos».

Y llegan a compararse con los policías nacionales: «¿Por qué no vemos mal cuando un policía se tapa la cara con una braga o un pasamontañas en las entrevistas o manifestaciones? ¿Por qué eso no lo criticamos? Tal vez es que el policía quiera proteger su identidad y a su familia de posibles repercusiones. Pues esto es lo mismo». Sin embargo, se sabe muy bien quiénes son y de dónde han salido, por mucha máscara que lleven.