Desde el famoso gesto de la pistolera hacia Ayuso, pasando por el cobro del bono social que ella misma había criticado, las polémicas de Mónica García han sido notables.
Estas son algunas de las más sonadas.
El gesto del pistolero
Octubre de 2020, en la época dura del Covid-19. Mónica García debate con el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, y mientas él habla le hace un gesto con el dedo índice que él interpreta como la simulación de un disparo con una pistola.
«Estaba señalando a un partido condenado por el Tribunal Supremo. Lo menos importante es que estuviera imitando el gesto que me hacía el portavoz del PP (y mi artrosis del pulgar)», se justificó García en las redes sociales. Alfonso Serrano, portavoz del PP en la Asamblea, replicó que «había cruzado todas las líneas en su indecente agresividad verbal».
La nueva medida de gasto: los zendales
Durante el pleno de la Asamblea en diciembre de 2020, con motivo de la inauguración del Hospital Zendal, Mónica García acusó a Isabel Díaz Ayuso de malgastar el presupuesto en algo que no era útil.
«Le llamamos hospital porque llamarlo sumidero de millones nos pone mustios. Lo que inauguraron ustedes antes de ayer no es un hospital, es el photocall más caro del mundo. Hasta en los hospitales de Lego y Playmobil vienen con sanitarios y con quirófanos. Ustedes han inaugurado un almacén en que hay más que hormigoneras que sanitarios a día de hoy. Ayuso tuvo una inspiración de usar los zendales como medida cuantitativa de despilfarro y corrupción: los hospitales de Aguirre nos costaron en sobrecostes 20 zendales, la ciudad de la Justicia, dos zendales. Los regalos fiscales a las grandes fortunas nos cuestan la friolera de 45 zendales», dijo en su alocución.
«Lo que inauguraron ustedes antes de ayer no es un hospital, es el photocall más caro del mundo»
Mónica García
Sobre el Hospital Zendal
Después, atizó también sobre la posible imputación de algún delito hacia Díaz Ayuso. «Decía el señor García Egea que dentro de 50 años le cambiaremos el nombre al hospital y le llamaremos Isabel Díaz Ayuso; les recomendaría que no sean tan presuntuosos y vayan con un poquito de cuidado no vaya a ser que lo que lleve su nombre sea un módulo de (la cárcel de) Soto del Real».
El bono social
Mónica García usó su papel de oposición a Isabel Díaz Ayuso para criticar el cobro del bono social de la luz y la calefacción del que se aprovechaba Enrique Ossorio, portavoz del gobierno regional. Ejemplificó el tópico de escupir hacia arriba: ella misma también lo cobraba.
Horas después de pedir la dimisión del diputado popular, admitió su error y prometió que lo devolverá... aunque se quitó relevancia porque dijo que «no es comparable» un caso y otro. «Me niego a ser como ustedes. Siento vergüenza cuando me equivoco, empatía cuando alguien lo pasa mal y siento rabia cuando acosan a mi familia».
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