Dancetería: «Ir a un strip-tease no convierte a Rosalía en machista»

El proyecto es sencillo sobre el papel: una gira en la que los dos grupos se alternan sobre el escenario intercambiando instrumentos, repertorios e incluso formación. Pero la propuesta es más compleja de lo que parece. « Todo tiene que estar medido al milímetro , hay que tener muy claro por dónde entran y salen las bandas en los intercambios, y hacer todo muy rápido para que no haya ningún momento de silencio en la sala», explica Alberto Jiménez, de Miss Caffeina. «Para eso tenemos un equipazo técnico, que hace un reconocimiento previo de cada sitio donde tocamos, para que esté todo controlado», dice su compañero Aarón Sáez, de Varry Brava.

El primer concierto de la gira, celebrado el pasado fin de semana en La Coruña, salió a pedir de boca. Tuvieron que cambiar de sala para ampliar aforo por la fuerte demanda de entradas, y la complicada logística del directo de Dancetería funcionó a la perfección. «Estábamos muy nerviosos, porque en el primer concierto siempre piensas que todo va a ser un desastre, pero fue una noche increíble», dice Sáez.

En el repertorio de esta gira, que mañana hace escala en el Pabellón 1 de IFEMA (las siguiente paradas son Barcelona el próximo sábado 22, y Murcia el 7 de marzo), suenan canciones de los dos grupos y, por supuesto, el hit-single que han firmado al alimón para la ocasión, titulado «Nadie sabe tu nombre». «Es increíble, la gente ya se sabe la letra de memoria », se felicita Sáez. «Componerla fue más fácil de lo que parecía. Era la primera vez que los dos grupos trabajábamos así, pero fuimos capaces de proponer una idea base, desarrollar dos enfoques diferentes sobre ella, y luego fundirlos en uno», explica Jiménez.

Los chicos de Miss Caffeina y Varry Brava podrían haberse tirado el pisto diciendo que este proyecto fue una brillante idea suya, pero no tienen problema alguno en reconocer que fue pergeñado por el manager que comparten. «A mí no me sorprendió que nos lo propusiera», dice Jiménez, «porque los dos grupos siempre hemos hablado de que tenemos el mismo concepto de lo que debería ser la música pop: algo sin complejos ni barreras ». Y ese concepto es el que nos lleva al origen del nombre del proyecto. «Dancetería era una discoteca de Nueva York que fue muy famosa a medios de los ochenta, en la que se ponía música de todo tipo, sin ningún prejuicio», cuentan los portavoces de Dancetería, dos tipos que celebran la demolición de fronteras estilísticas que está acoetiendo la nueva generación de músicos españoles.

Rosalía , sin duda el buque insignia de esa nueva ola de fusión, aparece en la conversación debido a la polémica que se ha generado en la escena musical nacional tras la difusión de un vídeo, en el que puede verse a la cantante catalana de fiesta en un club de strip-tease tras ganar su primer Grammy. «Esa imagen no la convierte en machista, ¡por Dios!», exclama Jiménez. «Que una mujer tan empoderada como Rosalía vaya a un club de strip-tease a hacer el chorra, no le resta feminismo. Creo que en estos tiempos nos lo tomamos todo demasiado en serio , que lo analizamos todo demasiado con lupa. De hecho hace tiempo salió un videoclip de Madonna en el que hacía exactamente lo mismo, y nadie dijo nada».