Los pistoleros que tirotearon a dos hombres desde una moto: un ataque preparado por un posible ajuste de cuentas

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 13.00 horas, muy cerca de la sede de la Policía Local de Ciempozuelos. El afectado de mayor edad recibió cuatro impactos de bala, dos en el tórax y los otros dos en el cuello, por lo que fue trasladado en un helicóptero del Summa-112 al hospital 12 de Octubre, donde ingresaba en estado crítico. El más joven, afectado por un disparo en el miembro superior izquierdo, fue también estabilizado por los facultativos y conducido al Gregorio Marañón en una UVI móvil con pronóstico muy grave. Los dos fueron intervenidos quirúrgicamente y sus vidas no corren peligro.

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EP

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Hasta el lugar acudieron efectivos de Criminalística y de Policía Judicial de la Guardia Civil, además de agentes del propio Cuerpo Local, que acordonaron la zona a fin de recabar pruebas, entre ellas, cerca de una decena de casquillos esparcidos por el suelo. Poco después de conocerse el suceso, las redes sociales se hacían eco de un vídeo en el que un hombre trataba de impedir el aterrizaje del helicóptero sanitario.

Durante más de dos minutos y medio, la aeronave se ve primero obligada a elevar el vuelo y mantenerse a la espera hasta la llegada de la Guardia Civil. El sujeto, que en un momento dado lanza un objeto al aparato, se marcha entonces en su vehículo tras demorar un tiempo que podría haber sido vital para el estado de salud de la víctima. Este individuo fue identificado, mientras que al cierre de esta edición, ninguno de los dos autores habían sido detenidos.

Tras el tiroteo, la alcaldesa de Ciempozuelos, Raquel Jimeno, aseguraba desconocer la «identidad y vinculación» con el municipio de los dos heridos. «Es imposible evitar al 100% hechos delictivos. Pero no cabe duda de que las cámaras de seguridad, que las haremos una realidad pronto, el dron o más efectivos contribuirán a disminuirlos», añadía. Vecinos de la zona apuntaban ayer a que el ataque estaba preparado. «Fue todo muy rápido, pero sabían a lo que venían», coincidía la mayoría de residentes, sorprendidos aún por lo sucedido.

En los últimos meses, son varios los tiroteos que se han registrado en la región de Madrid. A principios de junio, dos jóvenes, vinculados a la banda de los Dominican Don't Play (DDP), entraron en una conocida sidrería de Chueca y dispararon al menos dos veces contra uno de los camareros. Dos semanas antes, los vecinos de Urgel escucharon tres disparos, que fueron a parar en el cuerpo de un hombre de 48 años, familiar del clan de los Fernández. La mujer del herido lo trasladó en su coche al hospital 12 de Octubre, sin que finalmente pudieran hacer nada por salvar su vida.

Y en marzo, un pastor evangélico de 46 años fue acribillado a balazos frente al centro comercial de Las Rosas (San Blas-Canillejas), en el marco de un conflicto enquistado entre dos clanes. La víctima había tratado de mediar entre las dos familias para que una de ellas recuperase el dinero de la dote, después de que una mujer sufriera malos tratos a manos de su pareja.