Piden hasta diez años de cárcel para cinco guardias civiles que agredieron a un joven engrilletado y falsificaron el atestado
Los agentes detuvieron ilegalmente a la víctima, a la que siguieron golpeando cuando ya había caído al suelo
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Iniciar sesiónLa Fiscalía Provincial de Madrid pide penas que oscilan entre los diez y los cuatro años y seis meses de prisión para cinco agentes de la Guardia Civil que golpearon a una persona que estaba tumbada en el suelo boca abajo y con las ... manos engrilletadas, con conocimiento de que no había ninguna causa legal para detenerla, y que falsificaron el atestado a fin de eximirse de sus respectivas responsabilidades. El representante del Ministerio Público les imputa un delito contra la integridad moral, detención ilegal y falsedad en documento oficial.
El escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso ABC, refleja que sobre las 12.55 horas del 1 de diciembre de 2019 los agentes recibieron un aviso que comunicaba que en una zona de Majadahonda se encontraban dos jóvenes ebrios causando molestias a los conductores.
En el aviso se alertaba de desórdenes en la vía pública por parte de la pareja, «en concreto a los vehículos que se encontraban circulando en las mismas, deteniendo los vehículos y golpeándolos con una botella de cristal, increpando e insultando a los conductores así como al resto de viandantes».
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Cuando los guardias civiles llegaron al lugar de los hechos se encontraron con dos agentes de la Policía Local de Majadahonda, quienes levantaron el acta contra los dos jóvenes y advirtieron a los guardia civiles de que las personas identificadas estaban «alteradas», si bien ya no se encontraban en el lugar de los hechos, ya que les permitieron irse tras la denuncia.
A continuación, los agentes de la Guardia Civil regresaron a sus funciones de servicio de prevención y poco después, «e ignorándose exactamente las razones», acudieron a una gasolinera en la que se encontraron a los dos jóvenes, quienes «fueron conducidos a la zona exterior del lavadero» del establecimiento, continúa el Ministerio Público en su escrito.
Pese a que ambos estaban arrinconados en una pared hablando con los agentes, «de repente, sorpresiva y arbitrariamente, sin mediar previamente ninguna clase de comportamiento agresivo por parte de uno de los jóvenes», los agentes, dos hermanos, lo golpearon «con los puños cerrados, reiterada e innecesariamente«. El joven cayó al suelo. Pero esto no fue motivo suficiente para que los guardias civiles finalizasen la agresión que estaban cometiendo. »Continuaron los golpes incluso cuando ya estaba inmovilizado. Durante la agresión no se reveló en ningún momento contra los agentes, asumiendo el padecimiento físico al que estaba siendo sometido sin ejercer defensa alguna«, añade la Fiscalía.
Es más, según el relato del fiscal, la víctima nunca arremetió contra los agentes de la Guardia Civil «antes, durante ni después de estar siendo golpeado por estos últimos, quedando reducido y engrilletado infundadamente con las manos a la espalda y con todo el cuerpo boca abajo durante aproximadamente diez minutos». El amigo del agredido fue denunciado administrativamente por desobediencia.
Los otros tres acusados presentes en el lugar de los hechos incumplieron, según la Fiscalía, los deberes «inherentes» a su condición de agentes de la autoridad porque pese a observar la conducta violenta de sus compañeros, «y teniendo todos ellos la posibilidad de intervenir», no mostraron descuerdo alguno.
La víctima de la paliza fue introducida en el vehículo de la Guardia Civil y conducida a dependencias policiales donde, según consta en la diligencia de detención e información, los hermanos agentes procedieron a la detención «con conocimiento de que no existía causa legal para ello«. El joven tuvo que ser trasladado al médico a causa de una herida en el interior de la boca, regresando a las dependencias y permaneciendo en calabazos durante toda la noche.
Los cinco acusados, «con el fin de justificarse y de eximirse de la responsabilidad por su actuación», confeccionaron un atestado firmado por ellos mismos como fuerza actuante donde narraban «unos hechos al margen de la realidad». La Fiscalía imputa a los agentes, que se sentarán en el banquillo el lunes, delitos contra la integridad moral, detención ilegal y falsedad en documento oficial.
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