Un peligroso preso se fuga durante un traslado a los juzgados de Aranjuez

Ayer, sobre las 10.30 de la mañana, aprovechando un traslado desde la comisaría a los juzgados madrileños de Aranjuez, se abalanzó sobre dos de los agentes que le custodiaban. Se trata de dos policías nacionales que, además, han resultado lesionados. Iba esposado y salió corriendo, hasta que se perdió su rastro, según algunos testigos, que lo describen como un joven delgado y con el pelo largo.

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Es bastante probable que este sujeto contara con ayuda de terceros. Desde hace 24 horas, se le está buscando, sobre todo en las zonas en las que se solía mover antes de ingresar en prisión. Estaba interno en la cárcel de Aranjuez (Madrid VI), en el módulo 5, reservado para jóvenes, generalmente menores de treinta años, después de haber acuchillado a Jorge, un vecino de 25 años de Nambroca que aspiraba a ser policía nacional o guardia civil, para lo que estaba opositando entonces.

Mario luce tatuajes en la cabeza y en el cuello. Tenía pendientes, además, dos requisitorias de búsqueda y detención, además de antecedentes por ocupación ilegal. De hecho, vivía en un inmueble usurpado en la calle del Duende.

«Procede del barrio del Polígono de Toledo y no es la primera vez que utiliza un arma blanca para robar o defenderse », aseguraron fuentes policiales, tras el suceso de las fiestas, en junio de 2022. Fue arrestado al día siguiente. Le señalaban, asimismo, como uno de los presuntos autores de los últimos robos de cable que ha habido en Nambroca.

El apuñalamiento ocurrió un sábado sobre las seis de la mañana, a unos 300 metros de la vivienda que Mario ocupaba ilegalmente, en el número 3 bis de la calle del Duende. «Estaba de okupa en un primer piso; él solo», relataba entonces un vecino que lo conoce a este periódico. Se había instalado allí medio año antes. Se trata de unan localidad de apenas 8.000 habitantes, aunque únicamente 5.000 de ellos están censados.

«Solamente se le veía por la noche, porque por la mañana no salía», añadía esa fuente, aunque otras van más allá: Mario vivía en el piso junto con un compañero de fechorías, un tipo que conduce «como un loco» y sin carné. «Y todo el mundo lo sabe en Nambroca», aseguran. La Guardia Civil está patrullando esta localidad desde ayer por si Mario volviese, ya que tiene familia en la calle Barrao, que confluye con la Del Duende.