Un olivo de 627 años, el nuevo 'abuelo' del parque de El Retiro

El olivo, más que el junco del Dúo Dinámico, persiste, siempre. Aguanta las heladas hasta -10° y en las alturas del sur peninsular ha colonizado crestas que dan un oro líquido de categoría. Es por eso que, no siendo hoy una especie arbórea excesivamente ornamental, es la base de un modo de entender la existencia desde Tierra Santa a Tarragona, pasando por la lógica Grecia o Sicilia, granero de las mesas romanas.

Madrid tiene ya en los Jardines del Buen Retiro, donde Mingote tanto se solazaba, a un olivo de 627 años al que le esperan muchísimas más primaveras. Más Filomenas, más olas de calor y más flashes de los visitantes de este pulmón. El 21 de marzo se trasplantó a una de las praderas próximas a la entrada de la Puerta del Ángel Caído un ejemplar que, aparte de ser el ser vivo más antiguo del Retiro, de sus cinco toneladas de peso, su altura de tres metros de altura y sus tres y medio de diámetro, es algo más.

Principalmente, y explica Caridad Melgarejo Armada, directora conservadora de los Jardines del Buen Retiro, supone «un nuevo y gran inquilino» que cumple dos factores. «Completar la fase de todos los daños que ocasionó Filomena» e incorporarse a «la propuesta comunitaria de 'Un árbol por Europa'», iniciativa de la asociación juvenil Equipo Europa que busca potenciar «la plantación de árboles», la sostenibilidad local y la lucha contra la deforestación.

Es verdad que las manchas de olivares, en tiempos, no fueron extrañas en lo que abarcó la antigua extensión del Retiro. De hecho, recuerdan fuentes municipales, en el famoso Plano de Teixeira se puede comprobar que en derredor de la Basílica de Atocha había una gran concentración de esta especie (el Olivar de Atocha), hasta el punto de ser un punto telúrico porque mezclaba la devoción mariana y la salida del jardín real.

Eso en la historia, porque en la actualidad esta especie está bien representada en la Colina del Bosque del Recuerdo, en la Montaña Artificial, la zona del Antiguo Reservado o los Jardines de Cecilio Rodríguez.

Además, este 'fichaje' se une al esfuerzo consistorial de renovar el verde del parque con 450 árboles tras la nevada, que, si bien sostenible, desmochó no pocas sombras. Y es que, no hay duda que la naturaleza, y más el olivo, tiene sus medidas de autorregulación.

El olivo más longevo del Retiro, germinó en torno a a 1396 en Carabaña, como bien se enorgullece Melgarejo Armada, pues «ya que se viene al Retiro, que sea de Madrid», y así lo adquirió el Área de Medio Ambiente en un vivero de la localidad.

La conservadora explica también las complejidades del traslado de esta reliquia vegetal. «Dos años de trabajos previos». De momento, ya ha bajado del pedestal de los años al ahuehuete, árbol del agua.