Se trata de un lamentable incidente que afecta a una mujer de 87 años, que se encuentra fuera del país en un viaje a Toronto debido a una emergencia familiar y a la que unos intrusos han saqueado y okupado ilegalmente su vivienda, uno de esos casos que la izquierda española niega que ocurran, dejando a la anciana en una situación de desamparo cuando regrese a su hogar.
Los vecinos del edificio donde ocurrió el incidente han expresado su consternación y preocupación ante lo sucedido. Algunos relatan cómo descubrieron la intrusión y el desvalijamiento de la vivienda de la afectada, así como los intentos fallidos de contactar a las autoridades para recibir ayuda. «Mi vecina se ha ido a Toronto, han okupado su casa, están tirando todas las pertenencias y lo de valor se lo han llevado. Aparte del IVIMA, hemos llamado a la Policía, pero nos dice que no pueden hacer nada, que cuando venga, denuncie», señalaron en el programa de Telemadrid. La impotencia y frustración se hacen evidentes en las declaraciones de los vecinos, quienes se sienten desamparados frente a la falta de acción por parte de las autoridades.
Mientras tanto, una de las okupas de la vivienda justifica su acción alegando necesidad y falta de opciones habitacionales para ella y su hijo, «que me diga la Policía lo que es legal y lo que no», manifiesta. Sin embargo, su acto ha dejado a la legítima propietaria en una situación de vulnerabilidad y desprotección, con sus pertenencias saqueadas y su hogar usurpado.
Las cenizas y la guerra de los vecinos contra los okupas
Tras el altercado, algunas vecinas han comenzado una guerra personal contra los okupas tratando de defender la vivienda de la propietaria ante su ausencia. No obstante, el okupa ha amenazado con tirar las cenizas del marido de la propietaria, e incluso se ha reído de ellas. Las burlas han llegado a tal punto que Mar, una de las vecinas, se ha encarado con los hombres que han invadido la casa y un reportero del programa 'TardeAR' que se encontraba en el lugar cubriendo la noticia, ha tenido que separarla para que no lleguen a las manos. Sin embargo, la situación se ha calmado cuando la policía ha procedido a la detención del okupa, aunque su 'familia' continúa en la vivienda impidiendo que los vecinos se hagan con los enseres de la propietaria.
Este lamentable incidente resalta una vez más la complejidad de la situación en Lavapiés y la necesidad de abordar de manera urgente los problemas de seguridad y convivencia en el barrio, además de la indefensión a la que se tienen que enfrentar los propietarios ante las okupaciones ilegales.
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