Los nuevos 80 trenes 'ecológicos' del Metro de Madrid estarán rodando ya a finales de 2026

Comprar un tren de Metro no es como adquirir un par de zapatos: no se va a la tienda y se eligen, sino que hay que encargarlos para que los fabriquen, atendiendo a las particularidades que se necesitan. En el caso de los 80 que se van a construir, por un precio de 1.094,4 millones de euros, fuentes de la Consejería de Vivienda y Transportes, que dirige Jorge Rodrigo, calcula que podrían estar terminados y circulando a finales de 2026.

Noticia Relacionada

La nueva vida del Zendal: rehabilitación cerebral y medular, uso de realidad aumentada, exoesqueletos y un respiro a la lista de espera quirúrgica

Sara Medialdea

Atenderá la neurorrehabilitación de pacientes, tanto adultos como niños y jóvenes, y a enfermos de ELA

El Gobierno regional aprobó hace unas semanas la compra de estos nuevos trenes. Previamente, la Comisión de Hacienda de la Asamblea tuvo que aprobar la autorización para que la compañía Metro se endeude en mil millones de euros para afrontar esta adquisición.

La llegada de esos 80 nuevos trenes al metropolitano madrileño permitirá renovar la flota más antigua del suburbano, y atender a la demanda de viajeros que pueda tener la compañía en el futuro, con las ampliaciones previstas en la red.

El diseño del nuevo material móvil, según indican las especificaciones de la licitación, deberá tener en cuenta el impacto sobre el medioambiente y el confort, contará con la última tecnología y cumplirá todos los estándares de calidad y accesibilidad. La convocatoria para la compra del nuevo material móvil se ha publicado a través del Portal de la Contratación Pública de la Comunidad de Madrid y en los próximos días se publicará también en el Boletín oficial regional (BOCM), Boletín Oficial del Estado y Diario Oficial de la Unión de Europea.

La idea inicial es que los nuevos trenes se destinen principalmente a engrosar el material móvil disponible de las líneas 1, 6 y 8. Esta operación permitirá, a su vez, redistribuir más eficazmente el parque móvil con el que cuenta Metro en el resto de líneas, lo que aumentará la capacidad de transporte de toda la red y permitirá atender también la futura ampliación de línea 11 hasta Conde de Casal.

Además, aprovechando las nuevas incorporaciones, se retirarán de la circulación los modelos más antiguos, como las series 2000 CBTC o 5000, por lo que «todo el material que circule por la red tendrá una menor probabilidad de sufrir incidencias», aseguran en la Consejería de Transportes.

La compra del nuevo material móvil se articulará a través de dos licitaciones públicas: la primera es para adquirir 40 trenes de 6 coches de gálibo ancho (240 coches en total) para las líneas 6 y 8, con un valor estimado de 576 millones de euros. Y la segunda se destinará a la compra de 40 trenes de 6 coches de gálibo estrecho (240 coches), que se asignarán a línea 1, para lo que cuenta con un valor estimado de 518,4 millones de euros.

Una vez lanzadas ambas licitaciones, Metro prevé que en el plazo aproximado de un año se pueda llegar a la firma de los contratos correspondientes con las empresas que resulten ganadoras de los concursos, y se comenzará entonces con el proceso de fabricación de los convoyes. Se estima que los primeros trenes de esta operación puedan comenzar a circular en Metro a finales de 2026.

Todos los trenes estarán compuestos por 6 coches, de los cuales 4 serán coches motores y los otros 2 serán coches remolques.

En cuanto a su diseño, al igual que su fabricación y mantenimiento, se tendrá que basar en criterios de sostenibilidad, y tendrá en cuenta en las soluciones técnicas o estéticas el posible impacto que éstas puedan tener sobre el medioambiente y el confort. Al mismo tiempo, deberá minimizarse en estos trenes el coste a lo largo de su ciclo de vida: se buscará la reducción del consumo energético, de los costes de mantenimiento (balance adecuado de uso de repuestos) y todos aquellos parámetros que condicionan dicho coste. Y se reducirán las emisiones de CO2 mediante la introducción de nuevos refrigerantes.

Para reducir los valores asociados a los residuos del tren, se asegurará que el nuevo material móvil tenga una reciclabilidad de al menos el 92 por ciento, y una recuperabilidad de al menos el 95 por ciento. También estarán preparados para incorporar en el futuro, si procede, la conducción automática.