Las nuevas urgencias cumplen 7 días en medio de la batalla política

En los últimos días, mientras se sucedían las denuncias por parte del sindicato que rechazó finalmente el acuerdo -que las otras cuatro fuerzas sindicales sí ratificaron-, las redes sociales se han convertido en el escenario de un enfrentamiento feroz, con críticas por los centros que han abierto sin personal suficiente, o los que no han podido abrir o han tenido que cerrar por carecer en absoluto del mismo. También se denuncian los avisos de última hora al personal para incorporarse a centros diferentes de su lugar habitual y alejados a veces muchos kilómetros.

Desde la Consejería de Sanidad recuerdan que se establecieron dos meses de provisionalidad en la puesta en marcha del sistema, mientras se negociaba con los sindicatos los criterios para establecer los destinos definitivos, vigentes a partir de enero.

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Los sindicatos que firmaron el acuerdo -UGT, CC.OO., CSIT y SATSE- continúan reuniéndose periódicamente con la Administración sanitaria para valorar su aplicación. Julián Ordóñez (UGT) reconoce el caos, que entienden debido a la «falta de médicos, sangrante desde hace muchos años» y al empeño en abrir todos los centros y no hacerlo de forma progresiva. «Esperamos que no abran los que no cuenten con equipos completos, porque se crean expectativas que luego no se cumplen». El acuerdo lo firmaron, recuerda, «porque protegía las condiciones de los trabajadores», pero «tienen que cumplirlo».

Mientras, la puesta en marcha de las urgencias extrahospitalarias se ha convertido en el argumento ideal para la batalla política. Twitter es la plataforma donde alcaldes socialistas han criticado las políticas de Díaz Ayuso en relación con estos centros: las de Móstoles o Alcorcón han realizado sus propios vídeos a la puerta de centros cerrados, mientras los grupos socialistas de Getafe, Moralzarzal, Collado Villalba, Las Rozas o San Martín de Valdeiglesias hacían lo propio.

La Consejería de Sanidad aportaba datos: más de 10.700 atenciones a pacientes estos días. La presidenta Díaz Ayuso recordaba ayer que la reapertura de los centros «es un compromiso de la Comunidad de Madrid, y también es una reivindicación de profesionales, de sindicatos y especialmente de los ciudadanos».

Por eso, la presidenta agradeció a «todos los profesionales que ya se han incorporado a estos centros», aunque insistió en su crítica a los que no lo hacían: «Creo que nadie entiende que haya habido un 60 por ciento de bajas sobrevenidas». Por eso, apeló a «la responsabilidad de todos los profesionales» y destacó la paradoja de que «amenazan con huelga cuando los centros estaban cerrados, y van a la huelga cuando los abrimos».

Trajo a la memoria el boicot al Hospital Zendal y protestó porque «los mismos políticos estén ahora llamando a huelgas o boicots, que a quien perjudica directamente es al paciente». Condenó la reciente agresión a una doctora en un centro de urgencias de Guadarrama que, opina, «nada tiene que ver, según la tipología de la persona que estaba involucrada, con los centros». Y criticó que haya «servicios públicos secuestrados por fines partidistas», y que «una parte política intenta boicotearlo todo».