La noche fatal de Ana, asesinada por el joven al que pilló robando en la casa de su hijo
Uno de los arrestados tenía rencillas con el vástago de la víctima por el tráfico de droga
Asesinada por 300 gramos de marihuana: «Oye, la he liado muy gorda»
Una reyerta entre una familia de Orcasitas y otra de Pan Bendito se salda con un hombre muerto tras recibir tres disparos de escopeta
La Guardia Civil traslada a uno de los detenidos
Los primeros indicios para esclarecer el crimen de Ana E. B., una vecina de Soto del Real a la que un familiar encontró tirada en la cocina con un disparo en la cabeza, apuntaron al círculo personal de propio hijo, asentado en la misma ... parcela pero en una estancia totalmente independiente de la de su madre.
Descartada la violencia de género (la mujer estaba separada), las pesquisas se centraron en el hecho de que el vástago supuestamente traficara con drogas. Y no fallaron.
El 21 de mayo, el exmarido y el hijo de la víctima, de 43 años, se presentaron con ella en el ambulatorio del municipio; los médicos la encontraron muy grave, completamente ensangrentada y no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Sobre las 6.30 horas, la Guardia Civil recibió una llamada del centro de salud, alertando de la trágica situación. Pese a que en un primer momento se llegó a pensar que la mujer había sufrido un fuerte golpe en la cabeza, la autopsia reveló después que la muerte se había producido por un disparo de arma de fuego.
Poco a poco, los investigadores fueron deshaciendo la madeja de hilo hasta constatar que el posible móvil fue el de las desavenencias surgidas entre el hijo de la mujer fallecida y un antiguo socio en negocios relacionados con el tráfico de sustancias estupefacientes. Aquella noche, el presunto autor y su actual pareja sentimental se desplazaron a Soto del Real para sustraer dinero y droga de su domicilio.
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En un momento dado, la progenitora, que los conocía precisamente por las relaciones que mantenían con su hijo pudo sorprenderles y por ello le descerrajaron un disparo en la cabeza. Tras ello, huyeron hasta la localidad cacereña de Madroñera, donde han tratado de permanecer ocultos para evitar ser arrestados.
Con las pruebas encima de la mesa, los agentes dieron con su paradero y a finales de julio procedieron a su detención. Durante los registros de tres viviendas, en Soto del Real, Alcobendas y Madroñera, se encontraron un arma corta escondida en una chimenea, un revólver y una escopeta, además de un extractor de bombines, una llave maestra, un detector de cámaras de vigilancia, armas blancas, bates y otros elementos habituales en los vuelcos de droga. Por todo ello, el Juzgado de Instrucción número dos de Colmenar Viejo ha decretado su ingreso en prisión.
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