Las Naves se emancipan del Español para potenciar la danza en Matadero

Este mandato, la nueva concejal de Cultura, la exconsejera y escritora Marta Rivera de la Cruz, pretende corregir el rumbo de Matadero, el hermano mayor de los cinco centros culturales que gestiona el Ayuntamiento de Madrid. Y el primer vuelco de timón, según ha podido saber ABC, consiste en desligar las Naves del Español de la institución que las dirige, el prestigioso Teatro Español. Los pabellones 11 y 10 se emanciparán de la dramaturga Natalia Menéndez, que tomó las riendas del Teatro Español en 2019, y contarán con direcciones artísticas propias. Serán dos centros distintos: la nave 11 se dedicará exclusivamente a la danza y la número 10, al teatro contemporáneo.

El Área de Cultura, Turismo y Deporte pretende «potenciar» el Teatro Español y Matadero «como dos focos autónomos de actividad cultural y con personalidad propia». El primero es la platea más antigua de Europa, que cumple ahora 440 años de programación ininterrumpida. El segundo es una ciudad cultural que acoge, desde 2007, una extensión del propio teatro. Tres naves -la tercera, la número 12, es un café-teatro donde disfrutar de pequeños musicales- para los nuevos lenguajes escénicos. Fueron el entonces director del Español, Mario Gas, y el director técnico, Francisco Fontanals, quienes mutaron las antiguas naves industriales en instalaciones teatrales, con la colaboración del escenógrafo francés mundialmente famoso Jean-Guy Lecat. Las Naves del Español se estrenaron en junio de 2007 con la ópera 'Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny'.

La concejalía de Rivera de la Cruz está barajando los nombres de los futuros directores artísticos y la nueva programación estará lista en la próxima temporada 2024-2025, según confirman fuentes municipales. La nave 11, más grande y con una grada polivalente, será un «centro dedicado exclusivamente a la creación y exhibición de danza, pionero en la Comunidad de Madrid», plantean desde el Área de Cultura. Su calendario incluirá tanto danza contemporánea como clásica.

El pabellón 10, por su parte, se especializará en teatro de texto contemporáneo y «se volcará en atender al talento de los creadores de Madrid sin descuidar a aquellos que vienen de otros, al tiempo que ofrecerá un espacio para que los que estén interesados puedan seguir cultivándose, proponiendo un eje de programas de formación y acciones pedagógicas de vocación internacional». Un planteamiento que incluirá residencias artísticas, conferencias escénicas y talleres para profesionales.

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Estas dos salas teatrales ya fueron protagonistas de Matadero en marzo de 2017, cuando el equipo de Cultura de Manuela Carmena amenazó con despojarlas de sus respectivos nombres, Max Aub (nave 10) y Fernando Arrabal (11). Un polémico desvío del exdirector de los escenarios, Mateo Feijóo, amparado por la edil de Cultura Celia Mayer, que desató las críticas de voces de la cultura y de la política y que la exalcaldesa enmendó. Mandó sendas cartas a la Fundación Max Aub y al dramaturgo Fernando Arrabal para garantizarles que frenaba la decisión y, unas semanas después, destituyó a Mayer, sobre quien pesaban ya otros casos de gestión errática.

La inminente autonomía de las Naves del Español es la primera modificación de un proyecto de legislatura para Matadero auspiciado por Marta Rivera de la Cruz. La edil pretende adaptar el complejo cultural, antes aislado en un vértice del sur de la capital, a la ebullición del barrio de Chopera, en el distrito de Arganzuela. Su concejalía planea una serie de iniciativas para «ofrecer una programación interdisciplinar y también intergeneracional, que satisfaga tanto a consumidores culturales y público experto como a jóvenes, mayores y niños, siendo permeable a su entorno, un distrito donde hay ambiente familiar».

Entre esos futuros proyectos aún por determinar, el Ayuntamiento de Madrid ya tiene claro que recuperará la Nave de la Música, en el pabellón 15, el espacio que hasta 2011 ocupaba la Red Bull Music Academy y que durante años cobijó toda la programación musical de Matadero. La nave requiere, primero, de una rehabilitación supervisada por la Dirección General de Patrimonio, señalan desde el Área de Cultura. Habrá estudios de grabación, mentorías y residencias para jóvenes y un pequeño escenario para conciertos acústicos, además de una zona reservada para el género 'podcast'.

Las naves 10, 11 y 15 apenas son las primeras. Después, el resto de Matadero. Es el gran objetivo de Rivera de la Cruz, tras dirigir la cartera autonómica de Cultura junto a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, desde que ingresó en el Palacio de Cibeles como una de las escuderas de José Luis Martínez-Almeida.