La Policía matiza que la mujer asesinada por su marido con una pistola de matadero llevaba dos días muerta
Delegación del Gobierno informó por error que el hombre la mató el 15 de julio y se quitó la vida, cuando el crimen se cometió el 15 de agosto
Crimen machista en Moratalaz: el hombre asesinó a su mujer con una pistola de matadero
Su cadáver fue hallado el jueves, en avanzado estado de descomposición, después de que una vecina alertase de un fuerte hedor procedente de una vivienda del número 81 de la calle de Félix Rodríguez de la Fuente (Moratalaz), pero Soledad, de 50 años, llevaba dos ... días muerta. Antonio, su marido, la asesinó con una pistola de bala cautiva (de matadero, la que se emplea para dar fin a la vida de los animales) el 15 de agosto, aunque inicialmente la Delegación de Gobierno informó que el crimen había sucedido un mes antes. Él se suicidó con el mismo arma.
El matrimonio, ha informado la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, tenía dos hijos mayores de edad y no constaban denuncias previas de malos tratos. Tras confirmarse que se trata de un crimen machista, las mujeres asesinadas por violencia de género ascienden a 36 en lo que va de año (tres de ellas en la Comunidad de Madrid) y 1.220 desde 2003, año en que comenzaron los registros.
La Policía Nacional barajó desde el primer momento como principal hipótesis del asesinato la violencia de género, un extremo que cobró más fuerza con el resultado de la autopsia, que determinó que Soledad tenía heridas compatibles con la pistola de matadero. El avanzado estado de descomposición hacía imposibles observarlas a simple vista.
El informe de la necropsia también apuntó que Antonio, de 62 años, se quitó la vida solo horas después de matar a su mujer. Junto a él, los agentes hallaron el arma empleada en el ataque. Una pistola de bala cautiva es la que se utiliza en los mataderos para matar o aturdir a los animales; también se la suele calificar como el arma para la eutanasia de reses y demás ganado de los que luego se aprovecha su carne.
Fue una vecina la que dio la voz de alarma aquejada del olor a podredumbre que salía del piso de la pareja. Antes de llamar al 091, la mujer intentó ponerse en contacto con los moradores: los llamó por teléfono y no obtuvo respuesta; también tocó al timbre en diversas ocasiones, pero nadie contestaba del otro lado de la puerta.
Por eso, tras avisar al 112, hasta el lugar acudieron a las 14.15 horas del jueves, primero, agentes de la Policía Municipal y luego de la Nacional, que llamaron a los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid para que derribasen la puerta ante la falta de comunicación. Dentro, encontraron los dos cadáveres en diferentes estancias y sanitarios del Samur-Protección Civil solo pudieron certificar las muertes.
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