Mónica Lavín: «La reforma de las leyes Trans y LGTBI en Madrid saca la ideología de las aulas»

—¿Por qué quieren reformar ahora unas leyes vigentes desde hace más de siete años?

—Es una reforma muy estudiada, se han analizado los efectos tanto beneficiosos como eventualmente perjudiciales de las leyes en vigor, y se requería un estudio no apresurado de cómo debía hacerse. Además era un compromiso de la presidenta Ayuso.

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—¿Y por qué quieren tramitarla de forma urgente?

—Queremos que esté aprobado antes de fin de año, para ver el recorrido que tiene durante la legislatura. Y lo hacemos con mayoría absoluta, para no depender de otro partido como Vox.

—Pues de momento, Vox está bastante satisfecho con su reforma.

—Todavía no hemos tenido el debate parlamentario, pero si Vox está del lado de la ciencia y no de la ideología y apoya la reforma, en tanto en cuanto esta es buena para todos los madrileños, especialmente para los transexuales y homosexuales de la Comunidad de Madrid, bienvenido sea.

—La izquierda y las asociaciones han denunciado un recorte de derechos.

—Es absolutamente mentira. No se recorta ni un solo derecho. Todo lo contrario, se hacen más efectivos. Lo único que hace esta reforma es que en aquellos preceptos en los que se había sustituido el rigor jurídico y científico por ideología, ahora se saca esa ideología de la ley para que esta sea para todos. Los derechos son más efectivos que nunca, protegen a todos los destinatarios de la norma, porque les libera de la tutela de la izquierda, que se piensa que puede pastorear a las personas transexuales y homosexuales de la Comunidad de Madrid.

—¿Por qué desaparece el régimen sancionador?

—Es absolutamente mentira que se derogue, como dice la izquierda, eso es una barbaridad, un insulto a la inteligencia. Con eso quieren encender el debate, preocupar a la ciudadanía y despertar el discurso del odio. Es todo lo contrario. Por supuesto que cualquier conducta homofóbica, o que atente contra la dignidad de cualquier ciudadano, tendrá su correspondiente sanción, para lo cual nos remitimos a la ley estatal.

—¿Qué ideología se ha suprimido en estas leyes?

—Las asociaciones eran muy poderosas, actuaban como oligarquías, con unos intereses que estaban por encima de la protección a la que hacen mención.

—¿A qué se refiere?

—Me refiero, por ejemplo, al control institucional de las campañas publicitarias, a la censura previa de ciertos documentos que debían ser revisados por esas asociaciones.

—¿Qué ideología cree que tienen esas asociaciones que defienden los derechos de los homosexuales?

—Utilizan un lenguaje que instrumentaliza a los homosexuales para hacerlos entrar en su ideología totalitaria. Es un intento de la izquierda de instrumentalizar a los homosexuales y transexuales para victimizarlos y colectivizarlos en beneficio de su propia ideología.

—Pero, al final, con esta reforma que propone el PP, ¿no se sustituye una ideología por otra?

—No. Se sustituye ideología por ciencia, por rigor científico y jurídico.

—¿Cómo ve la autodeterminación de género?

—Nosotros estamos en contra de la autodeterminación, porque consideramos que es un concepto ajeno a la ciencia y al derecho. Pero no es verdad que se elimine, porque se regula en la ley estatal y a ella nos remitimos. Sí cuestionamos el concepto.

—¿Cómo queda la protección del menor en un proceso trans?

—Se les garantiza el acompañamiento profesional. Cuando un menor está atravesando un proceso que requiere la mayor atención posible, con la ley anterior la intervención de los psicólogos y médicos estaba prohibida, criminalizada. Ahora estarán acompañados por los profesionales.

—Las asociaciones denuncian una mayor desprotección del menor en las aulas.

—No hay ninguna desprotección, todo lo contrario. Lo único que se saca de las aulas es la ideología que las asociaciones imponen. Las charlas siguen existiendo, y son perfectamente bienvenidas en las aulas, pero ahora la administración toma las riendas para señalar el contenido que los chavales tienen que estudiar. No las asociaciones.

—¿Por qué quieren quitar esa influencia a las asociaciones LGTBI?

—Porque es injusto, no las ha votado nadie, no parece lo más democrático del mundo que unas asociaciones de izquierda tenga que patrimonializar, tutelar o pastorear todo lo que tenga que ver con las políticas LGTBI. Los homosexuales y transexuales son personas libres que no pertenecen a ningún colectivo ni asociación.

—¿Seguirán recibiendo subvenciones?

—Sí, las que les correspondan desde el punto de vista legal.

—Hay quien ve riesgo de que vuelvan los 'armarios' a los colegios.

—Ni mucho menos. La única aquí que saca o mete a las personas en los armarios es la izquierda cuando azuza el discurso del odio y del miedo. Pero no es capaz de decir ni un solo derecho que se haya recortado, porque no lo hay.

—¿Cuántos géneros hay, a su juicio?

—Yo creo que las personas no tenemos género, tenemos sexo.

—¿Y cuántos sexos hay?

—Tenemos el sexo femenino, el masculino y tampoco soy una entendida, no quiero faltarle a nadie. Esta ley no va en contra de nadie, es al revés, va a favor de todos.

—Madrid es una de las capitales del Orgullo. ¿No teme que queda afectar a su imagen?

—Ni mucho menos. Madrid es la capital de la libertad y todos han sido siempre libres de ser lo que quieren ser. Madrid y seguirá siendo la capital gay del mundo.

—¿Qué le dice la bandera LGTBI?

—No me gusta, es una bandera que instrumentaliza . Los homosexuales no son patrimonio de ninguna ideología de la izquierda, no hay por qué agruparse bajo una bandera.