El milagro de Burrolandia en el incendio de Tres Cantos: «Todos los burros se han salvado»
Los animales se concentraron en el centro de la protectora para evadir las llamas que avanzaban por los laterales
La noche en la que Tres Cantos se enfrentó al fuego: «Salí corriendo, con el miedo de no volver nunca más»
Alba García
En medio de la ceniza, cuando todo se veía oscuro y todo parecía perdido, un pequeño milagro alumbró la esperanza: Burrolandia se ha salvado. Mientras el fuego devoraba los montes de Tres Cantos y el humo lo cubría todo como un manto denso e ... irrespirable, el alma de este refugio resistía en silencio. Las llamas se acercaban, el aire se volvía más espeso, y durante horas, todo parecía inclinarse hacia el desastre. Pero no. Contra todo pronóstico, el corazón de Burrolandia siguió latiendo.
Aislados y asustados pero vivos. Permanecieron juntos en el centro del recinto, alejándose instintivamente de las zonas por donde el fuego se colaba sin hacer ruido, con esa forma traicionera que tienen las llamas de avanzar cuando nadie las ve. Allí, entre la tensión y la ceniza, los animales se aferraron a la vida como si supieran que debían resistir. Y lo hicieron.
«Pensé en lo peor,» admite con sinceridad Dilfenio Romero, presidente de la Asociación Burrolandia, en declaraciones a ABC. «Los animales se concentraron en el centro de la protectora, intentando huir de las llamas, que se acercaban de forma sigilosa por los lados. Son muy listos los animales», explica el presidente, con una mezcla de alivio y orgullo.
Tres cabras no lograron sobrevivir, probablemente por la inhalación de humo. Un dolor inevitable. «Es una alegría ver que 'mis' burros no se han muerto», dice Dilfenio, con una ternura que emociona. Porque para él —y para quienes conocen este lugar— estos animales no son solo rescatados. Son familia.
Burrolandia sigue en pie, tocada pero no hundida. Hoy es un día para respirar con gratitud, para abrazar la vida que se mantuvo firme frente a la adversidad, y para recordar que incluso en medio del fuego, la esperanza puede abrirse paso con orejas largas y corazones grandes.
El incendio en localidad madrileña de Tres Cantos se originó sobre las 19.45 horas de este lunes en la zona de Soto de Viñuela. A última hora de la jornada, las primeras consecuencias del fuego dejan dos heridos. Un hombre ha fallecido tras sufrir quemaduras en el 98% de su cuerpo por intentar salvar a los cabellos de su hípica. Otro varón de 83 años se encuentra en el hospital con dolor torácico. En total, cuatro viviendas de Soto de Viñuela han sido calcinadas, aunque más de 180 personas fueron desalojadas por la cercanía de las llamas.
Una tragedia en 2018
En 2018, un incendio volvió a sembrar el miedo en Burrolandia. Hasta el lugar se desplazaron tres dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid que, tras una intensa intervención y ya entrada la madrugada, consiguieron controlar la situación. La llamada «zona cero» afectó a una superficie de aproximadamente 200 metros cuadrados, comprendida entre la entrada principal, un merendero y la Casa Museo.
Fue precisamente en esta última —que además de funcionar como museo hace las veces de tienda de merchandising, taller y cocina— donde se concentró el foco principal del fuego. Afortunadamente, las pérdidas fueron únicamente materiales. Gracias a un cortafuegos natural, ningún animal resultó herido. Los cerca de cien que habitan en Burrolandia se mantuvieron a salvo.
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