Miki Nadal: «30 años en Madrid son pocos. Incluso 60. Siempre quedan cosas por hacer»

Lo hacemos salir en este periódico con el fondo del Santiago Bernabéu, en la mañana nublada. Pero blanco es su club, y aquí hay poco que decir. De polémicas vernáculas, de disquisiciones varias, como buen zaragozano y experto en fogones, ganó 'ex aequo' MasterChef junto a otro 'colono', Juanma Castaño. Viaja por su Tubo, por La Latina.

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En él, eso mismo, los símbolos de la ciudad no es que vayan desapareciendo; sino que la metrópoli le oferta otras rutas de felicidad. Aún se conmueve cuando en la noche, en la noche cachonda y variopinta de la ciudad, se quiere acordar de atascos en las calles. Madrid ha sido siempre su centro de la diversión, o el centro en general de la diversión. Madrid era una fiesta, como París quizá, pero aunque esté Miki Nadal como para debutar con picadores y tenga conciencia de la ciudad donde reside, ya piensa en otras cosas. La risa es consustancial al ser humano, dice, y sin decirlo en negro sobre blanco, se le ve que es uno más de la urbe.

—El Bernabéu, nuevo icono de la ciudad. Aquí estamos. Mañanita de niebla. Quiero que en este lugar, de todos los años que lleva en Madrid, haga un esfuerzo de remembranza y se acuerde del gol de Mijatovic en la Séptima. ¿Tanto ha cambiado Madrid desde entonces? Y sabe que no sólo le estoy hablando de fútbol. 

—Es la evolución contínua de la vida, las ciudades se transforman y la vida continúa. Y ahora mira, 14 Copas de Europa más.

—Perdone la indiscreción, como zaragozano, ¿qué le pareció el gol de Nayim en la Recopa del 96? 

—Hombre ese gol fue histórico. Contra el Arsenal. En la prórroga. Fue a Aragón lo que el gol de Iniesta para España. Por cierto, el Zaragoza debe volver ya a primera.

—Seaman ya no fue el mismo desde entonces, y a Nayim le hicieron una estatua en el Parque de los Príncipes de París. Volvamos al Real Madrid, que es volver a Madrid a lo que nos trae aquí, con todos los parabienes y deseos de futuro al Real Zaragoza. ¿Qué le ha dado el equipo a la ciudad y viceversa?

—Madrid ha brindado una afición. La más importante del mundo. Que más aficionados que tiene el Madrid dudo que tenga otro equipo. Eso es lo que ha dado la ciudad al club. Luego, el Real Madrid ha dado muchas noches de diversión, de gloria, de celebración. Muchos títulos juntos. Muchas alegrías juntas.

MUY PERSONAL

• LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO 29 de septiembre de 1967.

—Para ir dejando el capítulo merengue, ¿hubiera sido posible el Real Madrid en otra latitud? ¿Hubiera sido lo mismo?

—Bueno, no sé si hubiera sido posible. Lo que es cierto es que es un futurible que no podemos conocer.

—Mi infancia con conciencia del humor son, mal citando a Antonio Machado, recuerdos de 'El Informal'. ¿Cuánto tiene Madrid de ciudad informal, cachonda? 

—Madrid siempre ha sido el centro de la diversión. Siempre se ha dicho que cualquier día que sales por Madrid hay un sitio abierto donde poder disfrutar. Yo he viajado mucho, pero sólo Madrid tiene esa característica. Es que se decía que había atascos por la noche. Y era verdad.

—Un ' zappeo' rápido por la Historia de Madrid. En tres palabras. Es difícil. 

—Es difícil, muy difícil resumir la Historia de Madrid. Carlos III, la Movida y no se me ocurre ahora qué decirte ,pues.

—¿30 años en Madrid son 'molto longos? Teníamos que traer a Juanito, era de ley

—No, treinta años son pocos. Siempre te quedan cosas por hacer, por conocer. 30 años en Madrid se te hacen cortos. Y 60. Recuerdo que me instalé aquí después de hacer la mili, de marinero, en un pueblo que se llama Valdilecha

—¿Madrid ha perdido capacidad de reírse?

—No, no, no. Aquí queda risa para rato. Aquí la risa nunca va a faltar, que es el algo esencial al ser humano.

—Aquí usted empató con otro 'colono, Juanma Castaño, en 'Masterchef'. Dígame qué nuevas trae la cocina madrileña. 

—El cocido, sin lugar a dudas. El cocido madrileño que es un plato típico en cualquier casa de España. Yo de toda la vida lo he comido en Zaragoza.

—Un momento feliz en esta ciudad. 

—El nacimiento de mis dos hijas.

—¿Hay que ejercer de aragonés en Madrid?

—Eso al final sale solo. Madrid está llena de gente de fuera, aquí nos juntamos y aquí todos sabemos de dónde somos.

—Será un tópico, pero a la ciudad hay que sacarle, en este caso para bien, los colores.

—Me encanta lo acogedora de la gente.

—Y ahora lo malo. Que igual hasta lo hay. 

—La velocidad.