El PSOE aplaza las primarias de Madrid y desinfla las opciones de su favorita, Mercedes González, para la alcaldía

En el historial de dirigentes de peso estrellados ante el reto de que los socialistas vuelvan a tener un alcalde en la capital figuran exministros como Fernando Morán (1999), Trinidad Jiménez (2003) o Miguel Sebastián (2007); dirigentes más 'pata negra' del PSM como Jaime Lissavetzky (2011) o Antonio Miguel Carmona (2015) y 'paracaidistas' como Pepu Hernández, el ex seleccionador nacional de baloncesto, fichado por Pedro Sánchez para las últimas elecciones municipales de 2019.

El presidente del Gobierno (militante del partido en Madrid, su ciudad natal) parece haber descartado, incluso antes de que pueda materializarse, la idea de situar en ese puesto a la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, nombrada por él mismo el año pasado para el cargo. González, antigua concejal socialista en el consistorio, parecía reunir todas las condiciones para competir con José Luis Martínez-Almeida, al que le une una relación cordial en lo personal no exenta de un gran antagonismo político, que ambos han puesto de manifiesto incluso en ruedas de prensa conjuntas dadas sus actuales responsabilidades en la capital.

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Pero según las fuentes consultadas por ABC no va a ser la elegida y ya se le ha comunicado la decisión, que aceptará sin reproches en público dada su condición de persona muy próxima al secretario general del PSOE. Refuerza esta tesis la última decisión del partido de aplazar las primarias madrileñas hasta noviembre, que adelantaba El Diario.es y ha podido confirmar ABC.

Desde el año pasado, González venía ejerciendo como candidata de facto, ante el vacío creado en el grupo municipal por la dimisión del propio Pepu Hernández, quien ni siquiera completó la legislatura para la que fue elegido. Este mismo año, en abril, protagonizó un acto central de los socialistas madrileños teloneando a Sánchez junto al líder regional y portavoz en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, pocos meses después de ser elegido este en unas primarias, tras la salida de Ángel Gabilondo después de ser derrotado en las autonómicas de mayo de 2021 por Isabel Díaz Ayuso. Aquel mitin reflejaba una clara idea de ticket electoral entre Lobato y González, apadrinada nada menos que por Sánchez.

Ahora, sin embargo, las posibilidades para encabezar la candidatura del PSOE –que antes incluso que competir con Almeida tiene el objetivo de recuperar terreno frente a Más Madrid, la formación hegemónica de la izquierda en la capital– pasan por varios ministros que ya suenan en las quinielas, destacadamente el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, así como la de Defensa, Margarita Robles (que en 2021 ya rechazó enfrentarse a Ayuso en las autonómicas) o la de Justicia, Pilar Llop. El entorno de esta última –actualmente muy centrada en la crisis institucional de la Justicia por las renovaciones pendientes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC)– lleva días descartándose. Preguntada esta semana en público, durante la rueda de prensa del martes posterior al Consejo de Ministros, por si tenía en mente concurrir a las primarias de los socialistas madrileños, tiró de ironía para decir: «Uy, si se supiera lo que lo tengo en la cabeza»

Si finalmente ningún miembro del Gobierno de España fuese el elegido por Sánchez (que algún retoque en el Gabinete tendrá que hacer seguro, dado que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, concurrirá en mayo como candidata a la alcaldía de Las Palmas) se abrirían otras opciones. Una, recurrir como en el pasado inmediato (Pepu Hernández, Gabilondo) a un independiente de la sociedad civil, con o sin experiencia política.

Y otra posibilidad que cobra fuerza en las últimas semanas es la de tirar de cantera y, aun a riesgo de presentar una candidatura de escaso conocimiento entre la ciudadanía madrileña, recurrir a alguno de los actuales concejales. Si esa fuera la vía, el primer nombre que está en boca de todos es el de la concejal Enma López, muy apreciada por sus compañeros, muy activa y con amplio predicamento en las redes sociales y con bagaje profesional y político a sus espaldas. López, natural de Vigo, es técnico de Hacienda y ha trabajado en La Moncloa con los dos últimos presidentes socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero y con el propio Sánchez.

El último alcalde socialista que tuvo Madrid, Juan Barranco, abandonó el cargo en junio de 1989, después de tres años de mandato. Enma López apenas contaba con tres años de edad, como muchos de los actuales militantes y simpatizantes socialistas.