'Mercadroga' se queda sin naves: cerrado por derribo el gran narcopoblado de Villaverde
Desde 2020, la Policía ha desmantelado en Marconi dos almacenes okupados, unas 60 infraviviendas y 70 fumaderos
La escena, para toda aquel que se topase con ella, recordaba a la más lúgubre de los años 80, cuando la heroína tocó a la puerta de una generación quebrada... Marcada por un polvo amargo llamado muerte. El peregrinar de antaño de los toxicómanos, cuerpos ... esqueléticos que a diario cruzaban la M-40 rumbo a los poblados de la droga, hace décadas que había desaparecido de la ciudad. O casi, porque en las inmediaciones del polígono de Marconi lo extraño, al menos desde la bajada del tráfico en la Cañada Real, era no encontrarse con el 'jaco' en cada esquina. Ahora, cuatro años después de aquella abrupta irrupción, la policía ha logrado eliminar la práctica totalidad de los puntos de consumo y venta. Quien sabe, eso sí, por cuánto tiempo.
La labor conjunta de los Cuerpos Municipal y Nacional en este área del distrito de Villaverde se ha saldado en los últimos meses con el desmantelamiento de dos grandes naves okupadas, dentro de las cuales malvivían decenas de personas. A ello se suma el derribo de más de 60 pequeñas infraviviendas y 70 chamizos, además de la intervención en una quincena de narcopisos ubicados en el contiguo barrio de San Cristóbal de los Ángeles. «En Villaverde se han erradicado este tipo de situaciones pero sabemos, como ha ocurrido en otras ocasiones, que es probable que vuelvan a proliferar y estaremos atentos para acabar con ellas«, expresaba ayer la delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, antes de repasar en la Jefatura de la Policía Municipal las actuaciones realizadas en este campo.
A su lado, el comisario de Seguridad Ciudadana, Andrés González, desgranaba los pormenores de una intrincada lucha que desde 2020 se ha saldado con la intervención en 256 narcopisos y narcochabolas y la detención de casi 1.100 personas. «Cualquier vivienda de venta de droga necesita de una mínima organización, gente encargada de la vigilancia, de captar a clientes, de custodiar las sustancias estupefacientes, lo que evidencia que detrás de este tipo de espacios siempre hay un grupo estructurado«, apuntaba, consciente de la necesidad de llevar las investigaciones a buen puerto para constatar a nivel judicial la práctica delictiva.
En el derruido supermercado de la droga la sensación es de alivio momentáneo. «Es verdad que se está haciendo un trabajo importantísimo, tanto de la Municipal y la Nacional, pero el problema no termina hasta que los jueces no clausuran los narcopisos, que es al final donde acaban yendo cuando tiran un poblado», advierte Francisco Pascual, el presidente de la asociación de comerciantes del polígono de Marconi, en plena ruta por la zona de conflicto. «Se han colocado tres o cuatro chabolas junto a las vallas de la Renfe», señala, aunque muy lejos de lo sufrido tiempo atrás.
Denuncias vecinales
La lucha de la asociación para acabar con la última narconave pone de relieve la importancia de las denuncias vecinales a la hora de intervenir en casas, la mayoría de ellas usurpadas, dedicadas a esta actividad. En los dos últimos años y medio, el Cuerpo Municipal ha recibido alrededor de 170 quejas que le han permitido iniciar las diligencias para poner fin al trapicheo de estupefacientes. Un periodo en el que también han levantado más de 16.100 denuncias por tenencia de droga y más de 3.300 por consumo.
Detenidos cuatro adultos y dos menores de edad al desarticularse dos narcopisos en Moratalaz
Entre los efectos intervenidos destacan más de 130 plantas de marihuana así como hachís, dinero en efectivo, cinco pistolas con distinta munición y joyas
Fuera de Villaverde, las redadas en la UVA de Hortaleza, con entradas y registros en 11 domicilios, 5 de ellos okupados y devueltos al Ivima, amén de 29 detenidos; y los cinco golpes conjuntos con la Policía Nacional en Tetuán, cerrados con otros 28 arrestados, son las operaciones más destacadas. Precisamente, la colaboración entre administraciones y cuerpos policiales, así como entre los diferentes servicios municipales (Disciplina Urbanística, Samur Social y Selur), resulta decisiva para combatir un complejo problema que, como la materia, ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
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