El mensaje de Galin a sus amigos tras matar a su mujer e hija en Móstoles: «Las he agredido»

La autopsia aclarará cuándo se produjo el crimen y si el hombre tardó horas en avisar

Galin, el hombre que mató a su mujer y su hija en Móstoles, no tenía antecedentes por violencia de género

Galin P., el presunto asesino, junto a su mujer y su hija ABC | VÍDEO: ATLAS

No se escucharon gritos, ruidos ni golpes el domingo por la noche en el número 20 de la avenida Olímpica de Móstoles, pese a la tragedia que se ocultaba tras una de las puertas de la tercera planta. Allí, Galin P. había acabado con las vidas de su mujer ... , Irina D., y su hija, Mariya G., a las que asestó múltiples puñaladas por todo el cuerpo. «Las he agredido», dijo a unos amigos a través de unos mensajes que les envió sobre las 22 horas, a modo de advertencia. Asustados por lo que pudiera haber pasado, los allegados se trasladaron hasta el inmueble, pero no consiguieron que nadie les abriese la puerta y llamaron al 112. Dentro yacían ya los cadáveres de madre e hija, de 29 y 6 años, y aguardaba Galin, de 39, que se había intentado suicidar.

El matrimonio búlgaro llegó a España hace más de una década. Él trabajaba como mecánico, ella se dedicaba a la estética y vivían como alquilados desde entonces en el mismo domicilio en el que el presunto asesino las mató. «Nunca ha habido una queja en la comunidad de vecinos. Nadie avisó nunca de una discusión«, ha explicado este lunes Rafael, el casero de la pareja, a las puertas del inmueble. Todavía no podía creer lo sucedido horas antes. »La niña era una preciosidad, muy risueña, muy feliz... Es una pena«, ha añadido el hombre, que tampoco consiguió entrar al domicilio. Se enteró del suceso por la prensa y decidió acercarse para ver en qué piso era, sin imaginar que se trataba del suyo.

Exterior del edificio en el que tuvo lugar el asesinato machista, con un ramo de flores que recuerda a las víctimas y la puerta del domicilio todavía precintada Isabel Permuy

La puerta de la vivienda todavía permanece precintada por el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional. Los agentes fueron alertados del ataque a través de una llamada de Emergencias. Galin seguía sin abrir, pero tras insistir varias veces, consiguieron que el varón les diese acceso al domicilio. Según informan fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid a este diario, él fue quien abrió herido; dentro, se localizaron los dos cadáveres y procedieron a la detención, sin que opusiera resistencia.

Sanitarios del Summa 112 lo atendieron por las heridas de arma blanca que se había autoinfligido para tratar de quitarse la vida en el tórax, muslo y cuello, y lo trasladaron en estado grave al Hospital Puerta de Hierro, donde permanece ingresado pero en calidad de detenido y custodiado por varios agentes. Todavía está a la espera de que le tomen declaración y de pasar a disposición judicial cuando reciba el alta.

En cuanto a las dos víctimas mortales –informa Emergencias 112 Comunidad de Madrid–, no hubo posibilidad de reanimación debido a que tenían puñaladas repartidas por todo el cuerpo.

La Policía Nacional investiga ahora qué motivó el crimen. Hasta el enclave se trasladó también la Policía Científica para recabar pruebas. Según han contado unos vecinos de la misma planta, solo al mediodía oyeron gritos y golpes, similares a los de objetos tirados al suelo, procedentes del interior de la vivienda de Galin e Irina. Luego, el silencio. La autopsia aclarará ahora a qué hora se produjo el crimen y si el asesino estuvo tiempo conviviendo con los cadáveres, sin avisar de lo que había hecho hasta la noche a sus amigos.

Sin antecedentes

Al arrestado no le constaban denuncias previas por malos tratos ni tiene antecedentes por violencia de género, según ha podido saber este diario. Irina es ya la víctima número 37 de la violencia machista en lo que va de año en España; la 1.167 desde el año 2013, cuando se abrieron los registros. La pequeña Mariya sería la tercera menor asesinada a manos de uno de sus progenitores en el 2022, tras los crímenes de Sueca (Valencia) y Gijón (Asturias).

El Ayuntamiento de Móstoles, por acuerdo unánime, ha declarado tres días de luto oficial por el crimen y ha suspendido todos los actos oficiales, además de ordenar que las banderas ondeen a media asta como muestra de rotunda condena y repulsa. Por la tarde, a las 19.30 horas, ha tenido lugar una concentración ciudadana en la plaza de España. «Siento rabia e impotencia ante la violencia de género. Es un día muy triste en Móstoles«, ha afirmado la alcaldesa de la localidad, Noelia Posse.

Sobre el crimen también se ha pronunciado Irene Montero, ministra de Igualdad. «No existen palabras de consuelo para estos momentos tan difíciles para su familia y seres queridos. Ni una menos», ha escrito en redes sociales, a modo de condena por lo acontecido. Y desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, la consejera de Familia, Juventud y Política Social, Concepción Dancausa ha hablado del «preocupante sesgo» de que los asesinatos machistas carguen también contra los hijos. Mientras, en el barrio del Soto, en Móstoles, persiste la conmoción y el recuerdo de Mariya y su madre, Irina, las últimas víctimas de la lacra machista.

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