Menores delincuentes: hay más inimputables y se disparan las agresiones sexuales y las lesiones de bandas latinas

Otro aspecto que concierne es la llegada de menores extranjeros no acompañados a Madrid en ese mismo periodo, pues, destaca el Ministerio Público, se han triplicados los que aterrizan en Barajas de manera ilegal; esto ha ocasionado, como desveló ABC recientemente, un colapso del sistema de acogida, pero también en las dependencias aeroportuarias y en las consultas médicas donde se les verifica la edad.

En primer lugar, cabe destacar que la Fiscalía afirma que, si bien el tramo de 16 a 18 años sigue siendo el más numeroso de menores infractores (la ley al respecto distingue la gravedad de las condenas entre los que tienen 14-15 años y los de 16-17), con 6.776; «ha crecido nuevamente el número de los que tienen edad inferior a los 14 años», que han sido 2.964, frente a los 2.770 de 2023. Esto es un 7% más. Los procedimientos incoados en toda la Comunidad y sin tener distinción entre menores y mayores de edad han crecido un 6% en el año 2024; es decir, algo menos que entre los inimputables.

En general, se mantiene el número de homicidios en todas sus formas (doloso, intentado, imprudente) cometidos por los adolescentes en Madrid, con un total de 26, frente a los 27 del ejercicio anterior. Pero suben las lesiones, lo que se achaca en buena parte a la actividad de las bandas latinas juveniles, una lacra asentada en la región desde hace ahora 25 años: hay un aumento de este delito del 8,6%.

En lo que respecta a agresiones sexuales, la cifra de menores acusados se dispara un 30,8%, pasando de 452 a 591. Los abusos sexuales incoados por la Fiscalía (teniendo en cuenta el decalaje de datos, pues la ley del sí es sí, de octubre 2022 y reformada en marzo de 2023, asimiló este tipo penal dentro del baremo más bajo de las agresiones sexuales) fueron 86 en 2024, frente a los 143 del ejercicio anterior; esto supone una bajada abrupta del 39,9%.

Siguiendo en el epígrafe de menores de edad y sus delitos, se incoaron 894 casos de violencia doméstica y 200 de violencia de género, lo que arroja un incremento de 17% y el 69,5%, respectivamente. Fueron 764 y 118 en el año 2023, siguiendo el orden mencionado. Preocupante resulta que los adolescentes comentan más delitos de odio, pasando de 9 a 21 asuntos (+133,3%).

El uso de las nuevas tecnologías como medio para cometer delitos es cada vez más frecuente, por lo que los que usualmente se perpetran a través del uso de la red o de aplicaciones de mensajería (amenazas, acoso, coacciones…) han vuelto a incrementar: especialmente aquellos contra la intimidad y, en concreto, los de descubrimiento y revelación de secretos, pues han sido 269 registros, casi un 37% más que en el ejercicio previo (en que fueron 197).

En la otra cara de la moneda están los descensos en los robos con violencia e intimidación, los conocidos como atracos (-22,1%); los hurtos (-4%); los delitos contra la salud pública (-11,4%); la conducción bajo los efectos del alcohol y/o drogas (-6,7%); y los atentados a agentes de la autoridad y desobediencia (-18,5%).

El Área de Protección al Menor ofrece una realidad también muy preocupante: «Hay que destacar elevado número de expedientes de determinación de edad de menores extranjeros procedentes de las Islas Canarias; pero también, y de manera mucho menos controlada y muy numerosa, a través del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, en vuelos procedentes, especialmente, de Casablanca y Egipto«. De los 1.937 menas registrados en 2024, 1.110 (casi un 57,5%) accedieron a la Comunidad de Madrid por esta vía (fueron 399 en 2023). Es decir, prácticamente el triple.

Esto ha supuesto el colapso no solo de las instalaciones aeroportuarias, sino también de los centros de atención a ellos, como los de primera acogida, algo que viene negando el Gobierno central y que las cifras, en cambio, rebaten.

Otra consecuencia es que las pruebas radiológicas que se realizan para determinar la edad de estos jóvenes tengan una demora media de ocho meses, pues solo se practican en un hospital madrileño, en la unidad de Traumatología del Gregorio Marañón. El sistema actual, por tanto, no sostiene el volumen de trabajo en estos aspectos.