Madrid recupera su vino 'institucional' Encinero, y estrena la variedad de blanco
Este caldo no se vende; únicamente se entrega como regalo, y es usado en actos oficiales
Hebén, una uva centenaria que 'resucita' Madrid
Madrid
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Iniciar sesiónEl Gobierno regional tiene su propio 'vino institucional': un caldo de cosecha propia que embotella bajo el nombre de 'Encinero', algo que ha recuperado tras dejar de hacerlo bajo esa etiqueta en 2017. Este vino, que es de la cosecha del 22, no se comercializa, ... sino que es el que se entrega en regalos institucionales, y también es utilizado en muchas ocasiones en los actos oficiales en que se ofrece el típico 'vino español'.
Las uvas que se utilizan para el 'Encinero' salen de los campos de cultivo que tiene el instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) en la finca El Encín, en Alcalá de Henares. Es un auténtico campo de experimentación en el que se ensayan con diferentes cultivos y tratamientos, en busca de los que ofrecen más calidad y mejores resultados.
Con la uva autóctona, siempre se ha hecho vino en El Encín, pero desde 2017, dejó de embotellarse como 'Encinero' y se le llamó 'Imidra'. Pero ahora se ha vuelto a la denominación original, que es la que llevará el vino de la cosecha de 2022 que mezcla las variedades Tempranillo y Cabernet Sauvignon, y pasa un proceso de crianza en barrica de roble americano y francés durante ocho meses.
Este año, como novedad, se ha hecho una primera prueba de 'Encinero blanco', que combina aromas frutales y florales con uvas autóctonas. En todo caso, este vino no se comercializa, sino que es la marca institucional, que se emplea para regalos o también para los actos oficiales en que se ofrece un 'vino español'.
En El Encín se encuentra la tercera colección de vides más grande del mundo: la finca conserva unas 3.900 variedades de cepas en diez hectáreas de cultivo ecológico, entre ellas la uva Hebén, un tipo que llegó a España en la época musulmana y desapareció hace siglos, y se ha recuperado en esta zona.
Para este nuevo vino blanco con el que ahora se experimenta, se ha utilizado un 70 por ciento de uva blanca Malvar, que se cultivaba en la región desde la Edad Media, aunque había caído en desuso, y que combina alta producción y calidad; y un 30 por ciento de la Moscatel de grano menudo, que mejora el perfil aromático, la acidez y la frescura.
Vermut ahumado
A partir de 200 kilogramos de uvas cosechadas en 2024 se ha realizado la fermentación alcohólica, el trasiego (paso) a barrica de madera de roble americano y acabado en botella, de las que se han preparado 115 unidades, que estarán listas en 2026.
Díaz Ayuso recorrió ayer la finca, y celebró allí la reunión de su Consejo de Gobierno. Tuvo ocasión de probar el mosto resultante del blanco experimental, un vermut ahumado que incluye caramelos de violeta como edulcorante, y ha visitado el museo ampelográfico, con 200 variedades para la investigación y la aportación a viveros, y la Colección de Vides, con unas 3.900 muestras, que la convierten en la segunda más grande de Europa y la tercera del mundo.
Esta colección comenzó en el siglo XIX, cuando el parásito de la filoxera destruyó más de un millón de hectáreas de viñedo europeos y se decidió comenzar a conservar material genético para evitar su pérdida. Cuenta con ejemplares de incalculable valor, como la denominada Teta de Vaca, del siglo II. Los técnicos del Imidra mantienen colaboración con otros centros como el Banco de Semillas de las Islas Svalbard de Noruega, la mayor reserva de cultivos del planeta y salvaguarda de la alimentación mundial. La región se unió a la expedición de 2024 para llevar semillas de tomates, trigo duro, cebada y avena autóctonos.
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