Madrid recuerda a Piranesi, el primer autor de Roma como postal para viajeros

Su biografía es compleja, porque siendo y sintiéndose arquitecto, sólo pudo crear la iglesia en la que está enterrado.

Noticia Relacionada

Roma, el imperio que sobrevive en el imaginario colectivo

Ángel Gómez Fuentes

El Imperio Romano cayó en el 476 d.C., pero en 2023 ha sido el término del año gracias a las redes sociales. Lo cierto es que ni la cultura, ni la política ni los nuevos «emperadores digitales» lo han olvidado

Véase aquí la metáfora que se quiera. Pero lo cierto es que con los grabados de Roma, las primeras 'postales' paralelas a ese turismo que había llegado para cambiar el mundo, las perspectivas de Roma hubieran sido otras. Roma, peligro para paseantes, era para Piranesi motivo de inspiración. El concepto de la propia ciudad, y hablamos de una de las capitales del mundo, su callejero, sustituye al hombre como elemento central. Y es clave en su obra.

Es una de las claves que explica el comisario de la exposición 'Piranesi: Magnificenza Romana', Domingo Buesa, presidente de la zaragozana Real Academia de San Luis en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) sede y coorganizadora, impulsada y gestionada junto a la Fundación Ibercaja de la muestra y que abre hoy al público hasta el 18 de abril, de lunes a viernes de nueve de la mañana a ocho de la tarde, los sábados de once a ocho, y los domingos de once a tres. Grabados que son propiedad de la zaragozana Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, cuyas fotografías son cedidas a este texto.

Se trata de 90 grabados que responden a la inquietud de este artista con voluntad total en dos series de grabados: 'Le Antichità Romane', con 25 grabados dobles con los monumentos funerarios, ruinas y yacimientos durante una década, y la serie 'Vedute di Roma', que son las que le incluyeron en ese concepto tan flexible que es la inmortalidad. Aquí están sus grabados más importantes, mixturando la Roma clásica con la Roma dieciochesca.

Y de fondo, sus tipos. Los que brujulean al lado de las ruinas, porque él era consciente, y lo recuerda Buesa, de que bajo la grandeza de la Roma de los emperadores, subyacía un sistema esclavista, mísero. En pleno XVIII.

Una frase suya, en un panel del espacio expositivo, señala su forma de entender el oficio: «Creo que si me encargan el diseño de un nuevo universo, tendría la locura de intentarlo».

Y en esa locura, claro, está la antigüedad. Estaban entonces recientes los descubrimientos de Pompeya y Herculano, y pese a la idealización, su conocimiento del pasado latino pudo 'salvar' templos donde la miseria campaba a sus anchas.

'El polvo es señal de conocimiento', dijo, refiriéndose a sacar del suelo el 'quiénes fuimos'. Además, nunca dejó Piranesi de lado su condición de arquitecto. Hay obras suyas en los que se va al plano urbano con sus plantas esquemáticas.

Para Buesa, Piranesi «trató todos los colores del negro». Triunfó pecuniariamente en Roma, y sus hijos, amantes de la espectacularidad de Egipto frente a Grecia, fueron protegidos de Napoleón. Obsesiones del corso.