La Comunidad de Madrid planea llegar al pleno empleo en 4 años gracias a la digitalización

Sara Medialdea

Madrid

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27/09/2023 a las 00:02h.

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La Comunidad de Madrid tiene en la actualidad 302.537 parados. Pero en pocos meses, con la adecuada formación, podrían contar con trabajos en el mundo digital. Es lo que creen en el Gobierno regional, que se plantea conseguir el pleno empleo durante la legislatura, es decir, en los próximos cuatro años, gracias a un proceso activo de capacitación digital. Que incluiría acordar con las empresas el perfil de empleados que necesitan, y dar a los parados, y también en la Formación Profesional y las universidades, las capacidades que demandan, con el compromiso de mentorización por parte de las empresas.

La Comunidad de Madrid ha sido la primera en crear una Consejería exclusivamente dedicada a la Digitalización, a cuyo frente está el ingeniero superior de Telecomunicaciones Miguel Ángel López-Valverde. Que se ha propuesto convertir Madrid en una región digital, por varias vías: como líneas básicas de su mandato, plantea crear una Sociedad Digital –aplicando la tecnología para acercar la Administración a los ciudadanos y las empresas–, desarrollar una Administración digital –se trabaja en ello en la actualidad–; y favorecer una Economía Digital, que consolide a Madrid como polo de generación de empleo y conocimiento y de atracción de inversiones.

De ahí el salto al compromiso de alcanzar el pleno empleo por esta vía, acudiendo a las empresas tecnológicas y preguntarles qué perfiles necesitan, para que la educación y la formación de desempleados se ajusten a eso. Y en la Consejería de Digitalización están convencidos de que por esta vía podrá acabarse con el paro.

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De acuerdo con los datos que manejan, el 40 por ciento del PIB ya viene de la Digitalización. El último informe de la Fundación Cotec, de este mismo mes, revela que el 23,7 por ciento del Valor Agregado Bruto de la Comunidad de Madrid es digital. Y la siguiente comunidad en el ranking es Cataluña, con un 16,7 por ciento. La media nacional es del 15 por ciento.

La región también está en cabeza del país y es la quinta de Europa– en la concentración de 'startups: hay 3.150, y un 60 por ciento de ellas se crearon en los últimos diez años, con una valoración de 39.600 millones de euros y en torno a las cuales se genera un ecosistema que sostiene 48.000 puestos de trabajo. La mitad de ellos se han creado en los últimos cinco años.

Y es solo la punta del iceberg, sostiene López-Valverde: la demanda de empleo digital es tan grande que podría absorber todo el desempleo. Para ello, propone formar a los parados mediante convenios con empresas; sería una capacitación relativamente rápida y no muy compleja, afirman en el Ejecutivo madrileño. Y ello se complementaría con otros cursos en FP y las universidades orientados también al sector.

Para asesorarse sobre este asunto, la Comunidad de Madrid cuenta con un Consejo Asesor de Transformación Digital, en el que participan 61 grandes empresas entre las que se encuentran Accenture, Facebook, Google, IBM, KPMG o Vodafone, por citar algunas.

Las aplicaciones prácticas de lo digital son innumerables: en Servicios Sociales, está el proyecto de esa Historia Social Única; en Sanidad, el seguimiento de pacientes con enfermedades raras o el tratamiento hospitalario a domicilio; en Justicia, el uso de IA para localizar expedientes; en Medio Ambiente, facilitar a los ayuntamientos el acceso a toda la información; en salud mental, un acceso rápido a tratamientos, recaídas, notificación de alarmas.

Pero en la Consejería de Digitalización son conscientes también de la brecha digital que existe, y por eso sus responsables entienden que «hay que conjugar el mundo digital con el físico». Por eso, proponen medidas de humanización, como utilizar en áreas delicadas –como la social, la sanitaria o la dependencia– modelos de voz, porque a muchas personas les gusta hablar y no hacer los trámites a través de una app. Plantean la posibilidad de que la atención ciudadana tenga al otro lado en ocasiones una grabación, pero otras una persona, o incluso un modelo mixto.

Entre los proyectos de legislatura también están la puesta en marcha del Instituto de Inteligencia Artificial, que servirá para que los ciudadanos vean cómo revierte en su vida, cómo reduce los tiempos, facilita el trabajo y permite evitar que se dupliquen las peticiones de información. El Instituto también estará para controlar y aglutinar todas las iniciativas sobre IA que se hacen y que se harán.

En cuanto a la ética en la aplicación de la IA, a la espera de la Ley Europea que lo regule, en el Gobierno regional se plantean hacer una guía de mejores prácticas, que tendrá un funcionamiento similar al de los comités éticos en Sanidad.

También se va a activar la Agencia de Ciberseguridad, que vio frustrado su nacimiento en la anterior legislatura porque la oposición, con los votos de Vox, la tumbaron en la Asamblea. Ahora, el Gobierno regional la trae de nuevo para aumentar las capacidades de la región en la protección, prevención, detección, recuperación y respuesta ante ciberataques. Madrid cuenta con muchas infraestructuras críticas –como las sanitarias o las del transporte–, y su ciberseguridad, como la de todo el sector público, la coordinará esta Agencia. Que también tiene previsto reforzar esta protección para las entidades locales de menos de 20.000 habitantes.

Esta Agencia permitirá a la Comunidad tener una visión centralizada sobre esta materia, anticiparse a ataques y amenazas y aplicar medidas de seguridad «proporcionales al riesgo detectado». Y será punto neurálgico de contacto con el Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, y con el Centro Nacional de Infraestructuras Críticas.