Alberto Conejero: «Madrid nutre todo lo que escribo. Sería un autor más pobre sin Madrid»

Pasea por las cercanías del Teatro Español, admira las estatuas de Lorca y Calderón en un homenaje que es más: es un encuentro en tiempos y dimensiones distintas de lo que fue. Parece que todavía estuvieran allí. A Lorca, en la estatua, lo ve con los nervios del estreno. Y sobre el teatro en Madrid, sobre la preeminencia de Melpóneme en la Villa, tiene una razón. Aparte el inmenso ramillete que empieza en el Siglo de Oro y no termina ni en este preciso momento; el teatro, en Madrid, es también una forma de encuentro de una ciudad que cataloga como curiosa. Niño de Orcasitas, su humildad le genera una sonrisa que no se le va. Un premio Max corona una obra completa donde la palabra de este andaluz, insistimos que risueño y hecho a Madrid, no se le va.

—Estamos en la plaza de Santa Ana, uno de sus lugares fetiches. Fíjese que Fernando Arrabal, de su 'negociado', me dijo una vez que la estatua de Lorca le da al poeta un aire como de mediopensionista. 

—(Ríe). Pues a mí me gusta mucho esa estatua de Federico, está como con los nervios de un estreno. Creo que la estatua recoge ese temblor del autor que está estrenando en el teatro. Y mira que aquí tuvo grandes éxitos, ¿eh?.

—El teatro, en Madrid, como decían del amor en una canción, ¿está en el aire? ¿forma parte del ADN de esta ciudad? 

—Madrid es una ciudad plagada de teatros, de gente que ama el teatro. Siempre ha estado llena de teatros. A mí me preguntas qué es una de las cosas que distingue Madrid de otras ciudades y es el teatro. Es el amor de la gente que está en Madrid por el teatro. No sé qué vino primero, pero Madrid es teatro.

—Y la razón estriba en...

—Pues yo creo que es una ciudad de gente curiosa. Y de gente venida de muchos lugares a las que le gusta reunirse. Porque aparte de lo puramente dramático, los teatros han sido siempre lugares de encuentro.

—En la primera pregunta se ha referido a los nervios de un estreno. En Madrid serán más nervios, supongo. 

—Uno vive los estrenos en Madrid con nervios muy fieros, pero también muy dulces, te diría. Nervios fieros y dulces, sí.

—Cuando se pone a escribir, ¿cómo baja la musa al folio en estas latitudes?

—Pues es que aquí me he formado, aquí nació mi vocación para el teatro. Es la ciudad en la que vivo desde que prácticamente tengo uso de conciencia. Y diría que Madrid está en todo lo que escribo. Creo que sería un autor más pobre si no hubiera vivido en Madrid, sin Madrid; si mi imaginario no estuviera nutrido de Madrid, que a la vez es una ciudad que se nutre de eso que decía Machado de ser rompeolas de todas las Españas.

—Con respeto a los lectores, a un escritor está pregunta es un 'locus communis', pero siempre rogamos una reflexión sobre la gran novela de Madrid. 

—Creo que siempre se está escribiendo. Creo que siempre hay un autor o una autora escribiendo una novela sobre Madrid. Hay muchas que yo amo y que suceden en Madrid, pero diría que Madrid siempre está esperando su gran novela, porque es una ciudad infinita, no se agota. Siempre hay alguien escribiendo una gran novela sobre Madrid. Y diría que Madrid es la mejor autora de novelas, la propia ciudad, que es una gran autora.

—Imagínese alguien de fuera que quiera triunfar aquí. ¿Cómo debe ser su proyecto vital, su umbral de emociones, su cura de fracaso?

—Yo le recomendaría que se busque cómplices. Que busque hermandades para esta gran travesía que es Madrid. Que busque una tripulación amiga. Porque Madrid tiene algo de odisea, ¿eh? Y regala momentos de aventura maravillosos, pero también momentos de tormenta.

—Tormenta, calma, en una ciudad a setecientos metros de altura y lejos del mar. ¿Se imagina viviendo en otro sitio que no sea Madrid?

—No me imagino viviendo en otro sitio que no sea Madrid. Y he visitado, gracias a mi oficio, muchas ciudades. Paso mucho tiempo fuera de Madrid. Pero, como decía Sabina en la canción, mira, otro jienense hablando de Madrid, es aquí donde regresa siempre el fugitivo, ¿no? Es que Madrid tiene algo de puerto. De entrada y de salida. Pero de puerto que estás deseando como llegar a él.

—Como andaluz, ¿Madrid novena capital de Andalucía?

—No me atrevería a decir tanto, pero cuando venía por la calle de Alcalá me acordaba de aquella letrilla de Manuel Pavón que hacía referencia a cómo reluce esta calle cuando pasan por ella los andaluces. Yo siento que Madrid siempre ha sido muy hospitalaria con los andaluces. No es casual que sea otra de las capitales del flamenco.