El Madrid Moderno, el barrio de moda y «más europeo» de la capital en 1900
historias capitales
Entre parones y problemas de licencias, se levantó esta barriada «linda e higiénica»
La lucha contra el olvido de los «hotelitos» del Madrid Moderno del XIX

Aunque ahora está incardinado en el centro de la ciudad, que ha seguido creciendo imparable, cuando el barrio del Madrid Moderno nació, aquello eran las afueras de Madrid. Y justo allí es donde los empresarios Julián Marín y Mariano Santos decidieron crear una colonia ... de chalets u hotelitos, que llamaron el 'Madrid Moderno', y pretendía ser «el barrio más europeo de todos los barrios madrileños», como lo definía ABC el 3 de septiembre del año 1906.
Contaba la crónica que Marín, «hombre activo y emprendedor», concibió aquella barriada en unos extensos terrenos con los que contaba al final de la calle de Alcalá, colindando con las Ventas del Espíritu Santo. En unos pocos años, consiguió levantar aquella barriada, «linda e higiénica», aunque no sin problemas, porque hubo varios frenazos por problemas con las licencias.
En uno de ellos, la promoción cambió de manos, y pasó a las de Francisco Navacerrada -que hoy tiene calle a su nombre en el barrio-, que se encargó de regularizar la tramitación y corrió con las multas precisas, hasta retomar los trabajos y finalizar las obras de aproximadamente un centenar de casitas de estilo neomudéjar en inicio, aunque fueron evolucionando en las distintas fases. De hecho, las últimas contaban con azulejos coloridos, balcones y chapiteles de madera, y otras particularidades. Aún quedan algunas de estas casitas, muy singulares en su aspecto exterior.

Navacerrada, contaba entonces el ABC, encaminó todos sus esfuerzos a crear el llamado Parque de Rusia, un parque de atracciones con espectáculos, conciertos, acrobacias, pista de patinaje y tiro al blanco, que abrió a finales del siglo XIX y que hizo que el empresario enterrara allí una verdadera fortuna, «sin conseguir ver realizado su laudable propósito, que era el de dotar a Madrid de un lugar de ameno y honesto esparcimiento».
Uno de los constructores intentó levantar también allí el Parque de Rusia, una gran zona de eventos con espectáculos y conciertos
Pero volviendo al barrio del Madrid Moderno, cuando la colonia estuvo finalizada y comenzó a ocuparse, se convirtió en una de las zonas más bonitas, saludables y pintorescas de la capital: «Tiene agua en abundancia, alcantarillado propio, gas y luz eléctrica, excepto para el alumbrado público, en que aún se emplea, como en tiempos de la regencia de Espartero, el petróleo».
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En sus hotelitos vivían, sobre todo, sus propietarios, y los que estaban de alquiler abonaban por ellos unas 50 pesetas mensuales, recoge la prensa. Y hasta contaba el barrio con un Asilo de Artes y Oficios, fundado con un capital de tres millones de pesetas que dejó en testamento para este fin el notario Manuel Caldeiro. En él sea educaba a un centenar de huérfanos madrileños, y contaba con una parcela de 200.000 pies cuadrados, con talleres, higiénicos, dormitorios, patio, lavadero mecánico, escuelas, enfermería, etc.
Muchas de estas viviendas aún se conservan, con su estado exterior bastante similar al inicial, aunque otras han desaparecido, o se han dado casos de okupaciones. En la zona, tan singular y con tanto sabor como a comienzos del siglo XX, se han rodado películas y series de televisión, y sigue siendo un espacio muy recomendable que supone una sorpresa para el paseante que no lo conozca.
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