El Madrid que es 'chica Almodóvar' se pasea por Condeduque

Sí. Madrid tiene a Almodóvar; un cine que no es solo testimonio de una ciudad y un tiempo, como el riego nocturno a Carmen Maura en la 'Ley del deseo' al lado del centro cultural Condeduque, sede de la muestra 'Madrid, chica Almodóvar'.

También sus calles son merecidas protagonistas para comprobar cómo la ciudad se hace a sí misma a través de la magia del director, hijo dilecto de Calzada de Calatrava. Esa relación tan fructífera entre realizador y entorno es la que sostiene esta exposición organizada por el Área de Cultura, Turismo y Deporte. Se trata de promover esa musa 'almodovariana', Madrid, que da sentido a un universo particular, internacional y premiado.

Esta exposición gratuita, que abrió este martes, estará abierta hasta el 20 de octubre en la sala 1 de Condeduque, y consta de más de dos centenares de fotografías , carteles y fotogramas en los que se muestra la imbricación entre urbe y artista. Y en ese diálogo, obviamente, cómo ambos van evolucionando.

El horario es de martes a sábados de 10.00 a 14.00 horas, y de 17.30 a 20.00 horas, y los domingos, vísperas de un lunes sin actividad, de diez y media a una y media de la tarde.

Se trata de momentos seleccionados, congelados, de las 23 películas de Almodóvar y sus guiños o sus realidades más matritenses. El material ha sido cedido por la productora El Deseo y seleccionado por Pedro Sánchez Castrejón, responsable de 'Todo sobre mi Madrid. Un paseo por el Madrid de Almodóvar' y el encargado de aglutinar diversas actividades y poner su sello en planos y guías cinematográficos.

De su inventiva han salido mapas como 'El Madrid de Álex de la Iglesia', 'Madrid, capital de las series (I y II)' o del paseo 'Un Madrid de Cine: Almodóvar', una ruta producida por la Madrid Film Office en los Veranos de la Villa del pasado año.

Esta exhibición está organizada por el Departamento de Exposiciones de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid. Más allá de la imagen, el evento consta con audios que pueden ser escuchados a través de los diversos puntos 'QR' que habrá dispersos en toda la extensión del espacio.

En lo sonoro se insiste en la relación del manchego con Madrid a través de detalles o guiños creadores del trazado urbano y su simbología fílmica más allá del decorado: del Convento de las Desaparecidas al bullicio de la hoy extinta sala de variedades Molino Rojo, en Lavapiés; epicentro de la golfería madrileña.

Los organizadores hacen hincapié en otro detalle que sólo pudo suceder en 'ese Madrid' y en 'ese Almodóvar': la estampa de un grupo de monjas vendiendo dulces en la plaza General Vara del Rey cuando, desde el año 2.000, está prohibida la venta ambulante de alimentos en el Rastro.

En la exposición resuena ese parlamento de 'La ley del deseo', donde el propio cineasta trasluce su afán por la capital: «Buenas noches, Madrid. Ha sido muy duro llegar hoy hasta aquí. Pero ahora me alegro… Esta noche mi única hija duerme en la cárcel… Y no importa lo que haya hecho, (...) mi corazón está destrozado».