Madrid celebrará su Nuevo Año Chino con carreras populares y festines gastronómicos

En un acto en el Centro Cultural del país asiático, ante más de cien invitados, la Embajada en España, el Ayuntamiento y la Comunidad han detallado las festividades bajo el signo del conejo y la esperanza de «ganancias compartidas»

José Luis Martínez-Almeida y Andrea Levy durante la presentación del programa festivo tania sieira

Farolillos, artistas encarnados en dos leones danzantes, tambores y todo un jaleo en el Centro Cultural de China para celebrar la previa de la previa. O lo que es lo mismo, la presentación del Año Nuevo Chino en Madrid, que llegará el 22 de ... enero; eso si Dios, el Partido y la variante Kraken quieren en Sichuan, en Shanghai o en Dolores Barranco, allá por Usera, y que será el año del conejo que para esta ancestral cultura es símbolo de agua, de paz, de longevidad y hasta del horóscopo del regidor, José Luis Martínez-Almeida, según propia confesión.

Por medio no sólo la situación política de la guerra de Ucrania y la posición 'suavizante' de Pekín; también la conmemoración de la restauración de relaciones diplomáticas entre España y el gigante asiático, un tren entre la Villa y Corte y Yiwu, la realidad silenciosa de Cobo Calleja y el recuerdo de aquel Galeón de Manila. Y lo que el embajador Wu Haitao ha definido como «estrategia de beneficio mutuo y ganancias compartidas». El pragmatismo, que dirían los politólogos.

El 'todo' Madrid

Se podía afirmar que se había invitado al todo Madrid, que cuatro pandas de escayola han esperado enhiestos a la llegada del alcalde de la capital bajo el sirimiri de enero. Y que quienes hacían la compra en el supermercado de General Pardiñas, sacaban selfis a los leones bailongos, sin extrañeza pero con una sonrisa: quizá eso sea el «cosmopolitismo» al que se refería el primer edil.

Presentación de la programación del Año Nuevo Chino TANIA SIEIRA

Actuación musical durante el acto organizado por la Embajada china en España TANIA SIEIRA

No es pequeño el programa de actividades, desde una exposición pictórica de mujeres chinas y españolas contemporáneas llamada 'Ellas' a una fiesta de la gastronomía en Ifema y en 13 restaurantes de la ciudad. Súmese una Feria del Templo en la Plaza de España, una carrera por la Castellana en homenaje -evidentemente- al conejo el 29 del presente con dos recorridos: uno de 8 kilómetros y otro de 16. Más un homenaje al mentado oso panda y a su tierra natal en la plaza de España y en el recinto de Ifema. Y luego, ya en Usera, en el corazón de las festividades, se verá el esfuerzo del consistorio por convertir el barrio en un Chinatown de castizas maneras. Todo hasta el punto resaltado por Almeida de que cualquier madrileño o visitante que pase por ese «queridísimo distrito» se sienta «en el centro» de aquel país entre el 20 y el 22 de enero.

Las crisis

Resulta que el acto previo de la previa de las previas (sic) no ha decepcionado, que no ha faltado ni el apuntador y que han subido a escena hasta dos cantantes, una de allí y otra de aquí, que han elogiado a la China en tres idiomas. Que, por haber, se ha disfrutado de hasta un tiento por Puccini de la española. Así, aprovechando sus cinco minutos de gloria y los aplausos espontáneos y los aplausos solicitados por megafonía.

Aparte los epílogos musicales, más allá de los números folclóricos y demás ha habido tiempo para el entendimiento en una coyuntura más que convulsa sobre la que no se ha querido entrar, quizá porque el evento no se prestaba a ello. Lo ha subrayado el Director General de Cooperación con el Estado y la UE de la Comunidad de Madrid, José Herrera, que manifestaba que las crisis, si enseñan algo, es a hacer del mundo un «lugar mejor». Aunque él, que es «gallo de tierra» en el horóscopo, no ve muy buenas perspectivas para lo sucesivo, tal y como ha confesado bromeando frente a autoridades, a propios y foráneos con la risa fácil.

Un plato lacado

Lo que queda claro es que la numerosa comunidad china en nuestro país va a celebrar su entrada de año veintiún días después de nosotros festejando una nueva primavera. Y que en el cartel de la festividad, obra de Juan Carlos Paz -alias Bakea- se muestra la imbricación de aquel país en el tuétano madrileño. Delante de una estampa de Madrid vista desde el parque del Oeste, un conejito superpuesto que en la animación ha caído con ruido de muelles y aroma de bazares de barrio de esta España y de esta ciudad tan oriental.

Al final del acto y antes de la enésima danza de los leones y de las fotografías bajo una suerte de palio, el embajador ha obsequiado al Ayuntamiento y a la Comunidad con un plato.

Con un plato lacado.

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