El Mad Cool, multado con 22.000 euros por superar los niveles de ruido

El delegado de Medio Ambiente, Movilidad y Urbanismo, Borja Carabante, adelantó ayer que el consistorio madrileño abriría un expediente sancionador contra la empresa MadCool Festival S.L. por sus «incumplimientos» durante la celebración del evento, duramente criticado por las asociaciones vecinales de Getafe y Villaverde por las «afecciones negativas» sobre los barrios vecinos. El recinto Iberdrola Music, donde se celebró el festival, se sitúa a 300 metros de viviendas del norte de Getafe y a 500 de la Colonia Marconi.

El expediente finaliza con una sanción para la empresa organizadora por una infracción muy grave y dos graves. Según han explicado fuentes del área de Medio Ambiente, Movilidad y Urbanismo, la infracción muy grave se habría producido al superar los límites de niveles sonoros máximos permitidos en más de 7 dBA en periodo nocturno o de 10 en periodo diurno o vespertino, tal y como se recoge en el artículo 59.3 de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica -OPCAT-.

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Mientras que la promotora habría comedido dos infracciones graves al superar los límites de niveles sonoros máximos permitidos en más de 4 dBA, y hasta en 7 dBA en periodo nocturno o hasta en 10 dBA en periodo diurno o vespertino, en función del artículo 59.2.a. El total de las sanciones se eleva 22.001 euros, aunque la empresa puede acogerse al pago con reducción.

El Mad Cool se mudó este año al 'Nuevo recinto de festivales de Madrid', el recinto Iberdrola Music, situado en la colonia Marconi, en el madrileño distrito de Villaverde. El espacio, como prometían los organizadores, sería un «nuevo punto de encuentro, un espacio cultural, social y de transformación de la ciudad».

El recinto de Villaverde, con 185.000 metros cuadrados, una capacidad para 100.000 personas y espacio para ocho escenarios durante la celebración del festival, despertó las quejas de los vecinos por su cercanía a la zona norte de Getafe y a la Colonia Marconi de Villaverde. A juicio de las plataformas vecinales, la distancia es «insuficiente» para «proteger a la vecindad de los ruidos y otras molestias». El balance al cierre del festival terminó por confirmar sus sospechas: no tardaron en llegar las denuncias por el exceso de ruido y las carreteras colapsadas.