Así lo ha anunciado durante un desayuno en el Foro Nueva Economía, en el que ha perfilado la medida estrella de su programa en materia de vivienda. Para garantizar el acceso, mientras se promueve el «necesario parque de vivienda pública en alquiler», se producirá esa rebaja en el precio del alquiler. La idea final es conseguir que Madrid pase de un 1 por ciento a un 9 por ciento de viviendas públicas de alquiler, lo que permita una política de acceso asequible a las familias y los jóvenes a un domicilio.
Esto se hará aumentando el parque de viviendas públicas, tal y como señala la Ley de Vivienda estatal, pero mientras se consigue este parque, en Madrid propone una reducción de precios de alquiler de 300 euros mensuales.
Para acceder a esta ayuda, los requisitos serán estar ya emancipado, inscrito en un registro de solicitantes de vivienda pública en arrendamiento, y un determinado nivel de ingresos. En concreto, ingresos anuales totales inferiores a 35.000 euros para hogares de tres o más miembros, a 30.240 euros en caso de ser hogares de dos miembros, y a 25.000 euros para hogares de un solo miembro.
En el momento de realizar la solicitud, ningún miembro del hogar puede tener una vivienda en propiedad, «salvo las excepciones que se puedan admitir reglamentariamente». La ayuda será incompatible con otras similares como el Bono Alquiler Joven.
La medida se pondría en marcha por fases, de forma progresiva, y podría beneficiar a unos 60.000 hogares madrileños al año la próxima legislatura, lo que tendría un coste de 216 millones de euros por ejercicio.
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