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Cuando llegó a Madrid la 606, la inyección que acabó con la sífilis

HISTORIAS CAPITALES

Historia de un Nobel alemán, un médico de Tetuán al servicio de la Corona y unos polvos amarillos que curaban lo incurable

Cuando Madrid fue la «capital de la muerte» por sus chabolas insalubres

El doctor Bandelac (señalado con una 'x' en la imagen) junto a otras personas, preparando la primera inyección 606 en el Hospital Militar de Carabanchel, en 1910 RAMÓN ALBA
Sara Medialdea

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Tener sífilis a comienzos del siglo XX en Madrid era casi una condena de muerte. Era esta una enfermedad terriblemente grave, prácticamente sin cura, que se trataba con arsénico, lo que tenía gravísimos efectos secundarios. Hasta que llegó la 606, una inyección que lograba ... frenar los síntomas sin envenenar al paciente, y que fue el más fiable de los tratamientos hasta la llegada de la penicilina.

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