La Latina se engalana para celebrar el fervor madrileño por la Virgen de la Paloma

Pocas fiestas se viven con tanto fervor en Madrid como las que coronan la tríada que comenzó con San Cayetano, hace dos semanas, y continuó con San Lorenzo. La verbena de la Paloma, la más emblemática de la ciudad, concluye con los actos centrales de la festividad. Devoción, tradición y celebración van de la mano en el día de la patrona popular de los madrileños.

Esta, una de las advocaciones más castizas de la capital, comenzará su día grande, como es habitual, con una misa en la plaza de toros de Las Ventas, a las 10.30 horas. Dicen que «Quien no torea el 15 de agosto... Ni es torero ni es ná», de ahí que la Virgen de la Paloma sea, por extensión, una de la más veneradas por los toreros.

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A. G. C.

Para estas celebraciones, que se estrenaron el viernes con un concurso de chotis -el baile madrileño por excelencia-, se ha establecido un dispositivo de seguridad de hasta 150 policías municipales

Pero será a la una de la tarde, después de la ofrenda floral en la fachada del colegio La Salle-La Paloma, cuando se celebrará la misa solemne en honor a la patrona oficiosa de la ciudad, que preside el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, en la iglesia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real. La ceremonia se oficiará bajo el lema 'Haced lo que él os diga al pie de la Cruz' y a ella asistirán fieles, autoridades y miembros de la Congregación.

La Paloma es también la patrona de los bomberos y, en su día, uno de ellos será el encargado de bajar el cuadro de la Virgen y seguir una tradición ahora centenaria. En esta ocasión, Juan Carlos López, del Cuerpo Municipal de Bomberos de Madrid y miembro de la Hermandad, tendrá el gran honor de descolgar la imagen para sacarla en procesión horas después, por la tarde.

El origen del lienzo se remonta a finales del siglo XVIII. Isabel Tintero lo adquirió a unos muchachos que jugaban con él en un solar al lado de donde hoy se levanta el templo. Desde entonces, la imagen (se trata, en realidad, de la Virgen de la Soledad y no es una talla, sino un cuadro) es venerada cada año por los madrileños.

Los cultos continuarán a las 19 horas con el rezo del rosario y, a su término, Mari Pepa de Chamberí cantará la Salve a la Virgen, dando paso a un homenaje a la patrona antes de ser llevada en procesión, a partir de las 20 horas, por las calles de La Latina, para después volver al templo. A su llegada, será colocada de nuevo en el retablo.

En el día grande de la Paloma, además de los actos religiosos, tendrán lugar en el barrio distintas actividades para todos los públicos. Abrirá la jornada el entremés castizo 'Ven a bailar con nosotros', a las 13 horas, y continuará la programación, a las 19.30 horas, en los jardines de las Vistillas. Allí, los más pequeños se divertirán con música infantil, juegos tradicionales, pintura de caras y cuentacuentos. Completarán la agenda un chotis infantil (20 horas) y DJ Paquito (22.15 horas y 0.15 horas).