Sus 75

Hoy creo que Juan ha cumplido 75 años, pero con su humildad no lo reconoce. Así es él. Vive la pensión, la estira, para poder estar con servidor viendo cómo el tiempo pasa, sucede, en fin. Cuando puede ayuda a quien sea cómo sea y dónde sea; ahí está su ejemplo en Filomena con pala quitando nieves que eran ya piedras. El barrio lo aplaudió y todos le pagaron un coñac. 'Juan de la UME' lo llamaban.

A veces lo oigo respirar, y es una tranquilidad. En este Madrid que, pese a todo, te despersonaliza, con Juan al lado, con su edad provecta, esto del existir se aprende con décadas de antelación. Enseñanzas de vida. Se aprende, vaya sí se aprende.

Son ya más de diez años juntos. Me deja los carteles en mayúsculas, de la comida o la luz, y cuando las cuatro paredes de la casa le comen, sale a caminar, rápido, y vuelve amaneciendo. No nos queda más remedio que vivir juntos, y es lo que sucede con los alquileres.

Juan ha entrado en la familia, la más cercana. Esas felicidades del retrato que sólo da Madrid. Cuando Madrid se vuelve familiar y todo. Madrid se puede volver gris, de un día para otro.

Juan está ahí, por si se me pierden las llaves o hay que hacer un apaño.

Dudo que gente así pueble otras tierras de España. Ahora mismo está esperando que le lleve tabaco. Dios lo bendiga.