Isabel Pérez Moñino: «Quiero ver a Sánchez entre rejas y compareciendo en la comisión de investigación»

—¿Cuándo y cómo supo que sería portavoz de Vox en la Asamblea?

—El mismo día que Rocío Monasterio presentó su renuncia al acta de diputada, me comunicó Fúster que yo sería la nueva portavoz.

—¿Qué le ha pedido Santiago Abascal?

—Me ha apoyado, me ha dado su cariño, la calidad humana se demuestra en estos gestos, y me ha pedido que trabaje por los madrileños, por los españoles con convicción, fuerza, ilusión y esperanza.

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—¿Por qué se destituyó a Rocío Monasterio como presidenta en Madrid?

—Desconozco los motivos del relevo de doña Rocío, supongo que se lo habrán comunicado a ella. Pero sí sé que el partido confiaba en ella para continuar como portavoz y fue una decisión personal suya renunciar.

—¿Ha hablado con ella desde entonces?

—He tenido tanto jaleo desde mi nombramiento que no he tenido ocasión. Pero mi relación con ella siempre ha sido buena y cordial.

—¿No le ha felicitado?

—No.

—¿Vox necesita un cambio en Madrid?

—Vox está demostrando en todas las instituciones que estamos liderando la ilusión de los españoles, la batalla judicial frente al 'uno' del Gobierno de España y con propuestas sobre necesidades reales de los españoles. Vamos a seguir por ese camino en Madrid.

—Ha sido portavoz en Fuenlabrada. ¿Cómo se hace política desde Vox en el feudo más fuerte del PSOE?

—Me gustan mucho los retos. En Fuenlabrada el PSOE lleva gobernando 44 años. Es complicado, porque los contrapesos de poder son colonizados, hay casos de nepotismo. Es difícil trabajar con ese rodillo muchas veces ideológico por parte del PSOE. Pero con la entrada de Vox en las instituciones se ha despertado una nueva ilusión para los fuenlabreños.

—Su discurso contra los menas es tajante. ¿Qué propone hacer con ellos?

—Cerrar los centros de menas. Es fundamental. Tenemos que reagrupar a estos menores con sus padres en sus países de origen. Es un acto solidario. Los centros de menas están causando verdadera inseguridad allí donde se han colocado, con unos datos de criminalidad alarmantes para los vecinos.

—¿Ese discurso no estigmatiza a esos menores?

—No estigmatiza a nadie. Los madrileños, esa clase media trabajadora, están pagando impuestos para mantener a esos jóvenes que acaban de llegar dando una patada a la puerta de nuestro país. La Comunidad de Madrid está invirtiendo 5.500 euros al mes para la manutención de cada uno de estos jóvenes. Es aberrante. Con ese dinero, ¿cuántas familias pueden sacar adelante a sus hijos?

—¿Cree que es justo para los inmigrantes que se les relacione así y de forma general con la inseguridad?

—Esto no lo generaliza Vox. Son los datos policiales y del Ministerio del Interior. Los procesos de inmigración ilegal descontrolada por supuesto que generan inseguridad.

—Vox ha perdido relevancia en la Asamblea, por la mayoría absoluta del PP. ¿Cómo se recupera?

—Tenemos que trabajar por los madrileños, hablar de sus problemas reales. Me sorprende mucho en la Asamblea cuando el PP y el PSOE juegan a ver quién es más corrupto de los dos. Pero no hablan de los madrileños, de la vivienda, de la natalidad, de los centros de salud, de Cercanías. Es hora de dar voz a los madrileños silenciados, cuyos problemas están olvidados por los dos grandes partidos.

—¿Por qué cree que Vox ha perdido terreno frente al PP de Ayuso?

—Tenemos que conseguir que los madrileños y los españoles nos vean como una alternativa sólida, capaz de gestionar y de dar la batalla cultural, cosa que no está haciendo el PP, que se está arrodillando ante la agenda ideológica.

—¿Qué haría falta para que apoyasen unos Presupuestos de Ayuso?

—La reducción de todo el gasto superfluo de la administración, el cierre de los centros de menas y dar la batalla cultural contra la izquierda.

—Tengo dudas sobre si su principal adversario es Ayuso o Sánchez.

—Mi principal adversario es todo aquel político que defienda políticas ideológicas de izquierdas, que ataquen nuestra libertad, nuestros bolsillo, a las familias... Y esto lo está haciendo el PP y el PSOE. Ayuso a veces tiene gestos, pero esto no es suficiente.

—¿Usted habría ido a La Moncloa si la convoca el presidente?

—No habría ido en ningún caso a reunirme con el presidente Sánchez. Pero no solo vale con eso. Lo que hay que hacer es una oposición frontal al Gobierno y esto no lo hace el PP. De nada sirve que Ayuso no se reúna con Sánchez si luego aplica sus políticas en la Asamblea y si luego el PP pacta con Sánchez.

—¿Usted qué diría a Sánchez si se reuniera con él?

—Es que nunca me reuniría con él, con un presidente autócrata, autoritario, que es el 'uno' de la trama de corrupción. Con el PSOE, distancia infinita, y nosotros lo tenemos claro.

—¿Y si se reúne con Ayuso qué le dirá a la presidenta regional?

—Que sea valiente. El problema de Ayuso es que forma parte de un partido, el PP, que está pactando absolutamente todo con Sánchez.

—¿Qué pretende Vox al citar a Pedro Sánchez en la 'comisión Begoña'?

—Todos los caminos llevan a Sánchez y es importante que el uno de la trama arroje luz en esta comisión.

—¿Ve necesaria una moción de censura contra Sánchez?

—A Sánchez hay que echarlo. Quiero ver a Sánchez entre rejas, compareciendo en la comisión de investigación contra la mujer del 'uno' y convocando elecciones ya.

—Le iba a preguntar con quién no se sentaría nunca a tomar un café...

—Me sentaría con cualquiera, de todas las personas se puede aprender con independencia de las siglas. Con el que jamás me sentaría es con Sánchez y todo su Gobierno, que nos están llevando al desastre en España.

—¿Quiénes son sus referentes políticos dentro y fuera de España?

—Santiago Abascal me parece un líder indiscutible, valiente y de una calidad humana inmensa. En España también me ha inspirado Jaime Mayor Oreja. Y fuera, me gusta mucho Javier Milei, hay que aprender mucho de esa motosierra, y no solo ponerle medallitas.