Una intervención en un narcopiso destapa una arsenal de guerra, un arco, 17 armas blancas, una ballesta y anillos táser

Según ha podido saber ABC, todo comenzó a primera hora del martes, 28 de enero. Una patrulla de la Policía Nacional del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) del distrito fue requerido por un hombre que estaba en plena calle. Al sujeto se le veía bajo los efectos de sustancias, muy alterado y hablando de manera incoherente: «En mi casa hay una luz encendida y no recuerdo haberla dejado así; me da miedo de que se haya metido alguien».

Los agentes sospecharon inmediatamente de él y le cachearon. Llevaba droga encima. El hombre insistió en que alguien había entrado en su piso, por lo que lo acompañaron hasta el domicilio. Tras llamar a la puerta y no recibir respuesta, el propio individuo permitió el acceso de los uniformados, quienes, al inspeccionar la casa, descartaron la presencia de intrusos. Lo que no podrían imaginar es que lo que sí escondía era un arsenal.

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Ante la gravedad de la situación, los agentes informaron a su superior y al Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Ciudad Lineal, que puso el hallazgo en conocimiento del juzgado de Instrucción número 46 de Madrid. Les fue concedida la orden de entrada y registro.

Se intervinieron distintas drogas: marihuana, metanfetamina y balanzas de precisión para pesaje de estupefacientes; pero lo más grave eran dos subfusiles, un subfusil con cargador detonador, 27 cartuchos. También había tres anillos táser, seis pistolas eléctricas y un lanzador de dardos balístico.

Más armas requisadas eran un fusil de aire comprimido, un subfusil, una detonadora, un arco de poleas con flechas de punta metálica, un bastón extensible con cuchillo oculto. También, siete llaves de pugilato, una navaja automática con llaves de pugilato, siete defensas extensibles, diez machetes, seis hachas, una ballesta cuatro cajas con perdigones y seis navajas.

El investigado fue detenido por los presuntos delitos contra la salud pública y de tenencia ilícita de armas, ya que varias de las incautadas requieren licencia para su uso y otras están categorizadas como armas prohibidas. Además, ya contaba con antecedentes por el mismo delito, habiendo sido interceptado en otras ocasiones por portar armas en la vía pública e incluso por efectuar disparos desde la ventana de su domicilio.

En el cacheo inicial se le encontraron 6 gramos de heroína y 165 euros en dinero fraccionado. Posteriormente, durante el registro del domicilio, se intervinieron 45 gramos de cocaína, 114 gramos de hachís, 5,8 gramos de metanfetamina, 95 gramos de marihuana y diversos útiles de pesaje, lo que llevó a su detención también por un presunto delito contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas.

Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), quieren «poner en valor el trabajo de los agentes intervinientes y, al mismo tiempo, reivindicar la necesidad de que la Policía sea reconocida como una profesión de riesgo»: «En este caso, la intervención salió bien, pero podría haber sido una encerrona para lesionar a los compañeros. Asimismo, felicitamos a estos policías por su gran profesionalidad y el éxito de la operación, que ha permitido sacar de circulación una importante cantidad de armas y drogas, contribuyendo a la seguridad de los ciudadanos de Ciudad Lineal».