Del hotel Palace al Banco de España: el Paisaje de la Luz inicia su puesta a punto

Hace ya dos años que la Unesco incluyó en la Lista de Patrimonio Mundial el Paisaje de la Luz: 200 hectáreas en el centro de Madrid que concentran decenas de monumentos, edificios históricos y árboles singulares: desde el parque de El Retiro, con su ahuehuete plantado, según algunas fuentes, en 1620, a construcciones representativas como el Palacio de Comunicaciones, el Colegio Oficial de Médicos y su magnífico anfiteatro, la iglesia de San Jerónimo el Real, las fuentes de Cibeles y Neptuno o la Puerta de Alcalá.

El compromiso de las autoridades municipales es conservarlo y mejorarlo, tal y como obliga la Unesco, pero de momento esos planes no se han concretado. Saben en el Ayuntamiento madrileño que tendrán en la nuca el aliento del organismo internacional, encargado de velar por este patrimonio y que no se cometan barbaridades en las áreas incluidas en la Lista de Patrimonio Mundial. No sería la primera vez que se saca de la lista un espacio por no estar de acuerdo con las acciones llevadas a cabo en él: ha ocurrido ya con el Puerto Marítimo Mercantil de Liverpool, en el Reino Unido; con el valle del Elba, en Dresde (Alemania); y con el Santuario del Oryx en Omán.

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El Paisaje de la Luz, justificó en su día la Unesco, es sobresaliente por su paseo del Prado, «el primer espacio verde diseñado dentro de una capital europea en la Edad Moderna». Un paseo que además está, en sus márgenes, cuajado de equipamientos culturales. Y también por los jardines del Buen Retiro, el gran pulmón de la ciudad. Dentro del área delimitada por el Paisaje hay 41 monumentos protegidos, 48 edificios y 20 árboles singulares.

Primeras actuaciones en el eje Prado-Retiro

Ayuntamiento de Madrid

Iniciativa privada

ABC / E. SEGURA

Primeras actuaciones en el eje Prado-Retiro

Ayuntamiento de Madrid

Iniciativa privada

ABC / E. SEGURA

La Unesco pide a las autoridades que alcancen el equilibrio entre el uso intensivo y la conservación del espacio, y plantean que se acometan «actuaciones generales para mejorar la integridad de la vegetación y parte de la trama urbana, especialmente las aceras, en el paseo del Prado». Quieren que toda la zona sea más sostenible, y que se acompase la colaboración entre agentes privados y públicos.

El alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, se ha puesto entre los deberes para este mandato mejorar el Paisaje de la Luz. No con parches, dijo, sino con una «visión integral» de la zona. No obstante, aún no hay apenas pistas sobre lo que se quiere hacer, más allá de mejorar las aceras pares cercanas al Thyssen, las de la calle de Alfonso XII y las que comunican con Menéndez Pelayo. Y está por ver qué se hace con el aparcamiento bajo el Hospital del Niño Jesús, que para algunas asociaciones vecinales puede resultar dañino para el conjunto del Paisaje de la Luz, pero del que el alcalde asegura que «pasará todos los filtros» antes de aprobarse, puesto que aún no hay proyecto definitivo.

Pero antes de que las administraciones hayan comenzado a moverse, la iniciativa privada ya se ha puesto en marcha. En dos puntos muy diferentes del ámbito: el Banco de España y el hotel Palace. En ambos casos, los trabajos los lleva a cabo el estudio de arquitectura Ruiz-Larrea & Asociados. Son los primeros pasos para la puesta a punto del Paisaje de la Luz.

Las obras en el Banco de España no se aprecian desde fuera, pero supondrán una importante mejora en la sostenibilidad del conjunto. Se centran en la Torre Cibeles, un edificio de siete plantas en superficie y siete bajo rasante situado dentro del patio de manzana del histórico edificio, y que se está sometiendo a una rehabilitación integral.

Las plantas quedan libres y el inmueble se envuelve en una nueva piel tecnificada que permitirá reducir su demanda energética en más de un 70 por ciento, explican en el estudio Ruiz-Larrea. Además, se le dotará de una combinación de sistemas de refrigeración que permitirán que el complejo 'respire' y se adapte a cada estación del año.

También hay obras de reforma en el emblemático hotel Palace, frente al Congreso de los Diputados. El edificio, que abrió sus puertas en 1912, se enfrenta ahora a una reforma integral que afectará a su fachada, las habitaciones y espacios comunes, la zona de hostelería y las salas de conferencias y reuniones. El equipo de Ruiz-Larrea pretende recuperar los elementos patrimoniales afectados por el tiempo en la fachada, la pérgola de entrada y la cúpula central. Al finalizar los trabajos, el establecimiento hostelero lucirá con todo su esplendor.

Muy cerca, se culmina la fase final del proceso de rehabilitación arquitectónica y adecuación museística del Salón de Reinos del Museo del Prado, que integrarán el edificio situado junto al Casón del Buen Retiro.

Queda mucho por hacer en el Paisaje de la Luz. Está en marcha, por ejemplo, el cambio de la iluminación, según un contrato licitado el pasado verano por el Ayuntamiento de Madrid. La idea es reducir el impacto ambiental de las luminarias, y homogeneizar el tratamiento lumínico, para evitar que, como ocurre ahora, haya farolas que emiten luz anaranjada, otras de luz blanca y unas terceras con la llamada luz cálida.

Las premisas que seguirá el Ayuntamiento serán las que fije el plan especial sobre el asunto, con el objetivo de ordenar el paisaje nocturno del paseo del Prado y el Buen Retiro, y también reducir el gasto energético y el impacto ambiental. Dicho plan también establecerá los criterios por los que unos edificios se iluminan y otros no, qué partes de cada inmueble se debe resaltar y cuál debería ser la posición de los puntos de luz.