Hallan un diente de hace 500.000 años, el más antiguo de Madrid, en Pinilla del Valle

Está en la misma cueva en que se encontró el santuario de los neandertales

Una 'sala de trofeos' hallada en una cueva de Madrid demuestra la capacidad simbólica de los neandertales

El cubil de hienas de la cueva Des-Cubierta, donde se encontró el diente (en la imagen circular) javier trueba

Jesús e Israel, doctorandos de Geología y Arqueología, trabajaban en el yacimiento del Valle de los Neandertales cuando encontraron, el pasado 29 de marzo, un resto que les llamó vivamente la atención. Apenas se atrevían a articular lo que pensaban que era, pero una ... consulta con Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la región y uno de los promotores de la excavación, les sacó de dudas: «Les parecía un diente humano y lo era», explica, recordando el momento: «Se emocionaron mucho, casi hasta llorar».

Esa misma tarde habló con otro de los responsables del yacimiento, Juan Lusi Arsuaga, catedrático en Paleontología y director del Museo de la Evolución Humana en Burgos, al que «por las imágenes que le mandé, le parecía también un diente humano; a las 10 de la mañana estaba aquí viéndolo, y lo corroboró». Y no un diente cualquiera, sino uno de un homo que vivió hace entre 400.000 y 500.000 años, «eso siendo prudentes». El fósil humano más antiguo de la región.

La pieza dental se corresponde con parte de un molar presumiblemente de un adulto. Y se encontró en un cubil de hienas situado en los niveles inferiores de la cueva Des-Cubierta, que se hizo famosa hace unos meses tras publicarse en la revista científica 'Nature Human Behaviour' que en ella había una sala de trofeos de caza con funciones de santuario de hace 40.000 años.

La misma cueva, pero en niveles mucho más profundos, albergaba ahora este otro tesoro, lo que llevaba a Baquedano a afirmar que «lo mismo debíamos cambiarle el nombre por el de 'Cueva de las Maravillas'».

Baquedano, Arsuaga y Alfredo Pérez-González dirigen los trabajos en el Valle de los Neandertales desde hace muchos años. Y el trabajo acumulado va dando frutos. De hecho, en esa misma zona se localizó en 2019 un fósil de rata de agua muy antiguo, que «ya me hizo sospechar que nos podríamos encontrar allí algún resto humano muy antiguo», recuerda Baquedano.

Dicho y hecho, el fósil humano hallado es el de mayor antigüedad en la Comunidad de Madrid y también el primer resto de actividad humana en el valle del Lozoya. Que apareciera en el cubil de hienas indica que a su dueño «muy probablemente, se lo comieran los animales, carroñeando, o tal vez lo cazaron si era muy viejo».

El molar, de un individuo de edad avanzada, puede ser de un homo «más antiguo que los de la Sima de los Huesos» de Atapuerca

El diente es un molar con las cúspides desgastadas, lo que «nos indica que seguramente era de un humano de edad avanzada», y una característica «propia del género homo: una marca de erosión entre los dientes». Todo lo cual permite asegurar que «es un homo preneandertal, como poco, heidelbergensis, y más viejo que el de la Sima de los Huesos de Atapuerca», afirma.

Este fósil es muy singular por su antigüedad: apenas hay restos en toda la Península Ibérica de fechas tan remotas, y su descubrimiento coloca a Madrid en ese ranking. Para el consejero de Cultura, Mariano de Paco, «otorga a estos yacimientos una importante repercusión, tanto para la comunidad científica como para el turismo cultural».

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