Guerra policial contra la peligrosa plaga de las farmacias deportivas
Detectan webs que se dedican a traficar con drogas dopantes ubicadas supuestamente en locales de Madrid
Comercializan péptidos a jóvenes, unos compuestos que hasta ahora solo solían consumir algunos atletas de elite
EPIDEMIA DE LOS SARM: ANABÓLICOS QUE ARRASAN EN REDES Y JÓVENES
Madrid
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Iniciar sesiónLa cibercriminalidad es, ahora mismo, la modalidad delictiva imperante. Las estafas, pero también los ilícitos contra la salud pública, han encontrado en este espacio un nicho de mercado en el que han cristalizado las mal llamadas 'farmacias deportivas'. Solo en Madrid, se han multiplicado como ... setas y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la región ha elevado su pertinente denuncia ante las autoridades sanitarias y policiales, que se encuentran ya manos a la obra contra un negocio que tiene entre sus objetivos prioritarios a uno de los sectores de la población más vulnerables: los jóvenes.
Son numerosos los portales en línea que ofrecen productos peligrosísimos para el deporte. Aunque su forma de comercialización sea por internet, reflejan que tienen sede social en calles madrileñas como la de Martín de los Heros o el propio centro comercial La Vaguada. Este periódico ha podido constatar que no es más que un ardid para dar apariencia de solvencia y legalidad. Pero lo cierto es que estas farmacias ni existen como tales ni se podrían acoger a nuestro régimen jurídico.
Expertos de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera trabajan para su desactivación. Ayer mismo, una de las webs más importantes (farmarciasdeportivas.com) aparecía como inexistente, cuando llevaba meses operando.
Adictos a los esteroides
Rodrigo AlonsoSer víctimas de acoso o el afán por tener una buena apariencia física les llevó a iniciarse en el consumo de esteroides. A Alberto su adicción le llevó a endeudarse y mentir; a Alejandra, la volvió agresiva
Fuentes policiales alertan de que hay en circulación unos productos dopantes que hasta ahora solo se habían visto en la alta competición deportiva, como ocurrió con famosa EPO (especialmente, entre ciclistas). «Ahora están cogiendo mucha fuerza los péptidos, porque se están vendiendo en esas páginas webs para consumidores generales», explican.
Si el primer nivel lo vimos a partir de los años 70, desde el Este de Europa y luego hacia el resto del mundo, con la eclosión de los esteroides anabolizantes de todos conocidos; en los últimos años han destcado los SARM (impulsores de la masa muscular y de la pérdida dramática de grasa), ingeridos especialmente por veinteañeros en dosis de gotas, pues a muchos les provoca aversión inyectarse ciclos.
Pues bien, tanto fuentes de los Cuerpos de Seguridad como autoridades sanitarias consultadas por ABC apuntan ahora a los péptidos como la nueva 'gallina de los huevos de oro'. Alejándonos de la terminología más técnica, son «cadenas de aminoácidos con las que se forman una parte de una proteína», especifica a este diario el vicepresidente tercero del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Rafael Areñas. Precisamente, hace unas dos semanas, se celebró en la capital el Congreso Europeo de Farmacias, donde el gremio abordó esta problemática de la venta ilegal de medicamentos y de recetas de prescripción. Un experto en la investigación de este tipo de delitos explica que en el caso de los péptidos «la sustancia no dopa, sino que induce al cuerpo a producir esa sustancia, más glóbulos rojos y, por lo tanto, el organismo transporta más sangre». «Lo que pasa es que es menos fluida, y de ahí vienen los ictus y derrames cerebrales que pueden ocasionar este tipo de preparados».
Para oscurecer la piel
Si los SARM son modificaciones de la hormona de la testosterona, los péptidos hacen, por ejemplo, que el cuerpo de quien los toma segregue más la hormona del crecimiento, lo cual supone algo de ganancia muscular pero, sobre todo, una pérdida dramática de grasa corporal. «Se ofertan en páginas para el público en general, para deportes de resistencia y de fuerza. Hay un tipo, el Melanotan, que lo usan para oscurecer la piel, ponerse morenos; otros se inyectan estas sustancias a partir de los 60 años porque quieren rejuvenecer. Hay que tener en cuenta que son medicamentos en experimentación, igual que los SARM, no aprobados para su consumo, y menos a la ligera». Su único uso legal es muy restringido y con una autorización, y ni siquiera se dispensan en farmacias comerciales, sino en las hospitalarias.
Sus usuarios están en los gimnasios, en competiciones de triatletismo, en ciclismo, en carreras populares... Pero también en categorías muy inferiores o, directamente, en aficionados a estos deportes que se obsesionan por lograr un tipo de ganancias (anabólicas o en 'rayado') lo más rápido y por el camino más corto posible. Sin saber (o quizá sí) que están jugando a una ruleta rusa con el tambor del revólver a medio cargar.
Los agentes que se dedican a este tipo de operaciones son conscientes de la dificultad que entraña para ello, pues «es muy difícil la coordinación de las autoridades sanitarias y legislativas». Lo que es delito en España no lo es en otros países. Y estas farmacias falsas, aunque tengan dominios acabados en .es o reflejen una dirección postal en el barrio de Argüelles, «están alojadas en servidores escondidos en Rusia o en África» y «los productos se fabrican en China, Turquía, Bulgaria…»: «Hay un par de empresas en Estados Unidos y otra en Taiwán que se dedican a fabricar péptidos, pero son empresas serias dedicadas a experimentación con medicamentos».
Especialistas añaden el peligro añadido que supone la legión de veinteañeros que pululan por las redes sociales y hablan de estos temas. Los consumidores son carne de cuentas de TikTok o Instagram en la que algunos 'influencers', chicos ciclados, dan 'consejos' sobre nutrición deportiva, entrenamiento sin formación alguna; y son consumidores de drogas dopantes.
La operación Hipoxinet, en 2020 y capitaneada por la UCO, dio muestra de que la EPO iba camino de 'democratrizarse' a estratos de deportistas base. Hubo seis detenidos, acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, apropiación indebida, fraude contra la seguridad social y falsedad documental. El material incautado era parte del financiado por la Seguridad Social y era el responsable de una clínica de diálisis (para la que está realmente destinada la EPO) el que falseaba los datos para hacer los pedidos en las fichas de sus pacientes, y así quedarse con el medicamento excedente y venderlo.
Trombosis y estafas
Rafael Areñas explica cómo hace meses detectaron la existencia de estas webs fraudulentas y el Colegio de Farmacéuticos lo puso en conocimiento de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, desde donde les remitieron a que denunciaran ante Ciberdelincuencia. La investigación de esas páginas de mercantiles supuestamente madrileñas sigue adelante. «Se desconoce el origen de esas sutancias, que pueden dar la apariencia de ser de un laboratorio original. Pero lo cierto es que te pueden provocar una trombosis», advierte.
Insiste en que son medicamentos de diagnóstico hospitalario. Su mal uso, como el que describimos, acarrea, por ejemplo, el aumento de masa muscular; «pero el corazón es ya un músculo, con lo cual crece y puede estallar». En el caso de los esteroides, también, tardan semanas y meses en ser eliminados del organismo, por el hígado y los riñones, que los sufren. Causan, asimismo, impotencia, atrofia testicular, «y en un 70% son falsificados».
Con los péptidos, sus creadores van ofertando variantes con distintas moléculas, para evitar que se detecten en los controles antidopaje en una espectometría de masas. Lo mismo que pasa con los SARM. Este incremento de la hormona del crecimiento provoca diabetes y ginecomastia, hasta el punto de que muchos hombres llegan a segregar leche por sus pechos.
Pero también apunta en otro sentido, el de la estafa. Se han intentado realizar compras 'online' de péptidos y se remite a un 'carro de la compra' en el que hay que dejar un número de teléfono para que estos traficantes llamen al cliente. Lo que hace sospechar de un timo en toda regla. «Al fin y al cabo, lo que se está comprando es una droga», afirma, y añade que también lo han denunciado ante la Agencia Española del Medicamento.
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