El Gobierno activa un plan de seguridad en Alcalá de Henares ante la llegada de 1.134 inmigrantes irregulares

La videoconferencia que la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, mantuvo con la directora general de gestión del sistema de acogida de Protección Internacional y Temporal, Amapola Blasco, duró cerca de una hora y fue cordial. Nada que ver con el tono crispado que el ministro José Luis Escrivá había mostrado con ella en las redes sociales, tras leer en la entrevista en ABC que le preocupa la seguridad en la ciudad ante la falta de un plan por parte del Gobierno.

Piquet lamenta que desde la Delegación se le haya tachado de xenófoba y racista por relacionar la llegada de inmigrantes irregulares con la seguridad en las calles de su municipio. Pues bien, ayer se reconoció desde el Gobierno que se pondrá en marcha un plan de seguridad específico. «Después de que la Delegación del Gobierno criticara que convocáramos la Junta de Seguridad y nos insultaran por ello, nos reconocen que sí se necesitan un plan de seguridad y que el campamento va a contar con seguridad privada y con cámaras», comentan fuentes próximas a la alcaldesa, que escucharon la explicación con «estupor», al comprobar que el plan no está hecho y que se presentará a posteriori, cuando ya estén aquí los inmigrantes.

Al final, se llegó a un acuerdo para coordinar a los policías locales y nacionales, ya que la competencia ante cualquier evento que se produzca fuera del recinto recae sobre ambos cuerpos y fuerzas de seguridad. En esa línea, se creará una comisión para coordinar todos esos servicios. En el cuartel habrá vigilantes de seguridad privados, cámaras de vídeovigilancia y controles de acceso específicos.

«Después de insultar a la alcaldesa la subdelegada y el ministro, los técnicos del ministerio nos dan la razón sobre que era necesario una coordinación de en materia de seguridad ciudadana», insisten en Alcalá.

Según la información facilitada por la Delegación del Gobierno a la alcaldesa, que llevaba una lista larga de preguntas técnicas, los inmigrantes tendrán un servicio médico y de enfermería dentro del acuartelamiento. Además, se está haciendo una barrera para separar la zona civil de la militar dentro del cuartel. Piquet había preguntado en concreto si había posibilidad de que los inmigrantes accedieran a una zona de armas o explosivos en el cuartel, pero no obtuvo respuesta.

El horario que tendrán los inmigrantes para poder entrar y salid del centro es de die de la mañana a diez de la noche . Contarán con canchas de fútbol y baloncesto. Además, habrá un funcionario del Ministerio de Migraciones que hará de enlace con el campamento y los servicios públicos del ayuntamiento para cualquier cosa que se pudiera necesitar.

Desde la Delegación de Gobierno se comprometieron a invitar a la alcaldesa a ver el cuartel cuando esté montado y habilitado, y también a crear una comisión de seguimiento. De momento, la regidora sigue a la espera de recibir alguna invitación, porque nadie del Gobierno se ha dirigido a ella.

En una segunda parte de la reunión, se tocaron asuntos más políticos, sobre los planes que puede tener el Gobierno si continúa la presión migratoria. Desde el ayuntamiento de Alcalá de Henares lamentan que la Delegación del Gobierno dejara sobre la mesa «dudas». «Sigue habiendo sombras sobre la gestión de esta crisis migratoria por parte del Ministerio que dirige el José Luis Escrivá», lamentan en el equipo de la alcaldesa del PP.

«Nos dicen que la previsión es que estas personas estén hasta marzo, pero no se comprometen a cerrar el centro temporal de Alcalá de Henares ese mes», señalan. Por eso, sospechan que la idea sea crear un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) «encubierto y por la espalda» sin tener en cuenta la opinión del Ayuntamiento y los vecinos de Alcalá

«Al final creo que vamos a tener un goteo incesante de inmigrantes en los próximos meses. Pero lo que más me preocupa es la nula previsión del Gobierno de Sánchez ante la crisis migratoria, eso es lo que he visto», denuncia Piquet en ABC.

Mientras, en Madrid capital, los 170 primeros migrantes procedentes de Canarias llegaron ayer al cuartel general Arteaga, en el barrio madrileño de Carabanchel, que «funciona ya sin ninguna incidencia». Así lo anunció el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, tras confirmar que la primera fase de este Centro de Emergencia, Acogida y Derivación está ya operativa, con 420 plazas disponibles.

En las próximas semanas ampliará su capacidad hasta llegar a las 1.220. Según el Ministerio que dirige Escrivá, Cruz Roja Española se encargará de la gestión.

Precisamente, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se mostró «profundamente decepcionado» con la gestión que está realizando el Gobierno en funciones con la crisis migratoria, y criticó que el ministro se «lave las manos». «No nos dan un criterio de distribución, no saben cuánto tiempo estárán», explicó el alcalde, quien no ocultó su preocupación por la falta de información del Gobierno.