De Roma a Sevilla por Madrid se pasa

Y se organizan en casas de parné flamenquitos, que no flamenquines, para que la gente guapa diga que ha estado en un sarao con gitanos y todo. Todos quieren irse a Andalucía esta semana. Por este motivo, pasearse Salesas o Jorge Juan es todo un privilegio, porque los habitantes de 'little Caracas' también quieren aprender a bailar flamenco y han dejado de tardear desde la hora de comer hasta el ocaso como suelen hacer de lunes a domingo.

Luego está la otra mitad de Madrid, la que lee y escribe y presenta libros y cosas. Esa mitad está en Roma. Hay más enviados especiales a Roma esta semana que turistas en Venecia, y eso ha provocado que no se presenten libros salvo en las consultas de psiquiatría de las personas que escriben libros porque tienen que contarnos que están un poco mal. Todo el mundo está un poco mal aunque otros estén todavía peor. Pero esos ni siquiera escriben libros contando que están así de mal así que mejor.

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Celebró la revista 'Tapas' sus premios de cocinero estrella, cocinero superior, cocinero superlativo. Era la gala del mejor chef 2025 en el que el protagonista fue don Pedro Subijana y reunió en el hotel Ritz de la plaza de Neptuno a un montón de guapa gente que ese día no estaban ni en Sevilla ni en Roma. Andrés Rodríguez, editor y organizador del sarao, se sabe rodear de caras famosas para celebrar premios y listas y cosas. Desde Iñaki Gabilondo a Mikel Urbeneta, pasando por Raquel Sánchez Silva, Samanta Hudson, Julia de Castro o incluso Agatha Ruíz de la Prada, acompañada de su hijo Tristán, fueron algunas de las personas que prefirieron comer bien a bailar sevillanas o contarnos el cónclave. Es divertido cómo, semana tras semana, coinciden las mismas personas en distintos eventos que poco o nada tienen que ver entre sí.

Son personas que su trabajo es precisamente ese, pasearse y cobrar por cenar gratis en el Ritz. Aunque estoy seguro que muchos se conforman solo con cenar gratis. Pero es llamativo que lo mismo sea una marca de cremas milagro que te deja la piel como la de un bebé, el premio a un cocinero, la inauguración de una nueva azotea hotel en Gran Vía o la reivindicación de un manifiesto por la libertad del lobo, están los mismos con la misma cara de implicación en la crema que en el lobo. Es como una profesión que sale a relucir cuando se cansan de seguir con la suya, como si después de una trayectoria decidiera que ya es suficiente y ahora se dedican simplemente a dejarse hacer fotos y poner morritos que mañana hay otro sarao, con las mismas personas, los mismos fotógrafos y con Raquel Sánchez Silva que está en todos los actos a la vez. Aunque al que se echa especialmente de menos es a Luismi, desguaces Latorre, que antes no se perdía ni una sola croqueta y ahora no se deja ver con esa facilidad que también demuestra para conquistar mujeres.

Me dicen que una 'influencer' que no ha sido invitada a Sevilla se pasea desde la mañana al atardecer por la estación de Atocha haciendo creer a todo le mundo que va o viene de la feria. Antes, para que te invitaran a cosas tenías que haber hecho algo. Ahora es suficiente parecer que estás haciendo algo. Y ese es el problema que tenemos en la sociedad del postureo y la foto en IG. Mayo es un mes en el que Madrid es una ciudad de paso, pero por la que todo el mundo pasa para seguir haciendo de su vida un verano infinito. Salgan y compruébenlo ustedes mismos.