Mónica García se lleva a su número dos a Sanidad y el PSOE de Madrid ve vía libre para su remontada

La marcha de Mónica García y Javier Padilla deja descabezado al grupo parlamentario situado más a la izquierda en la Asamblea, en el que la agresividad de su portavoz parlamentaria contra Ayuso y su agitación en las calles frente a las políticas del PP eran su principal seña de identidad. Más allá de Mónica García, los hombres y mujeres de Más Madrid en el Parlamento regional son absolutos desconocidos para el conjunto de los madrileños, quizás con la excepción de la activista trans Carla Antonelli.

García, que se describe siempre como «médica y madre», y ahora también ministra, ya ha elegido a su sucesora al frente de la portavocía de Más Madrid en la Asamblea. Se trata de su portavoz adjunta, Manuela Bergerot, quien ayer asistió a la Junta de Portavoces junto a la propia García y a la secretaria general de su grupo parlamentario, María Acín. García se despidió de sus compañeros portavoces de otros partidos en un ambiente cordial. Al menos en la reunión de ayer se dejó la tensión fuera. El presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, le dio la enhorabuena y recordó las otras flamantes parlamentarias de la izquierda madrileña que pasaron a ser ministras con Sánchez, como Pilar Llop y Reyes Maroto, que fue titular de Industria y ahora es portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

García y Bergerot esperaron a que Sánchez compareciera y confirmara la larga lista de ministros que se habían ido filtrando a través de múltiples medios durante toda la mañana para decidir cómo debían comparecer ante la prensa. Al final, optaron por que fuese Bergerot la que ofreciese la rueda de prensa habitual de los lunes en la Asamblea. Se estrenó con un ataque frontal a Ayuso, por su «bajeza política y falta de respeto». Poco antes, la presidenta regional había deseado suerte a García y había comentado que ella siempre la había visto operar «como sindicalista y no como profesional» de la medicina.

García ya se había despedido de la Asamblea en el pleno del jueves pasado, cuando incluso recibió la 'enhorabuena' de un más que satisfecho Juan Lobato. La portavoz de Más Madrid no se ocultó y sin querer confirmarlo con todas las palabras ya daba por hecho que sería la nueva ministra de Sanidad. Ayer envió un mensaje a los votantes de su partido a través de las redes, en el que deja claro que uno de los objetivos del Gobierno será «frenar a las derechas», en un momento de «ofensiva reaccionaria en todos los frentes». «Madrid es mucho más que la caterva de violentos que utilizan maricón como insulto. Madrid es mucho más que unos pocos privilegiados con cacerolas llamando dictadura a nuestro país», soltó a modo de despedida.

En la Asamblea, uno de los que parecían más satisfechos por los nombramientos de ministros era el portavoz socialista, Juan Lobato. La influencia de su círculo cercano en el PSOE madrileño ha sido más bien nula. Lobato presume de la media docena de ministros que son de Madrid, pero ahí su mérito es escaso. Confía, sin embargo, en que cuando se nombren los segundos niveles se tengan en cuenta su grupo parlamentario.

La oposición de Lobato en la Asamblea, con un estilo mucho más amable que el de Mónica García y con la mano tendida para grandes pactos, siempre había quedado opacada por la fogosidad de la portavoz de Más Madrid a la hora de criticar al Gobierno de Ayuso. Por eso, la salida de García permite a Lobato ver el futuro con otros ojos.

El líder socialista madrileño, ex alcalde de Soto del Real, aseguró que tiene muy clara su labor de fiscalización «con contundencia» al Gobierno del PP y que su misión tiene como horizonte el año 2027, para situar al PSOE como alternativa real en la Comunidad de Madrid. Pero confesó que estos últimos cambios en la izquierda madrileña pueden cambiar muchas cosas: «Que se van a reconfigurar los espacios, está claro. Ninguno somos tontos. Tras ocho años de Mónica en la Asamblea, que dé este paso supone un cambio en la política madrileña», reconoció.

La ausencia de un liderazgo fuerte de Más Madrid en el Parlamento regional a partir de ahora desviará el foco de la oposición, inevitablemente, hacia el escaño de Lobato, quien ha mantenido una relación fría y distante con Mónica García desde que coincidieron en la Asamblea. El PSOE empató en número de escaños con Más Madrid en las últimas elecciones autonómicas de mayo: 27 cada uno, pero quedó por detrás por seis mil votos, lo que le impidió liderar la oposición.

En el Partido Popular recibieron la confirmación de la salida de Mónica García de la Asamblea más con indiferencia y desdén que con alivio. El portavoz del Grupo parlamentario, Carlos Díaz-Pache, recordó que pasa a engrosar la «larga lista de líderes de izquierdas» que se van tras una derrota electoral ante Isabel Díaz Ayuso. «Isa Serra, Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y Mónica García. Intentaremos que deje un poco de paz en esta Asamblea», comentó el portavoz de los populares. Antes del último pleno, Pache deseó a García que no tuviera «demasiado éxito» en la tarea de «demolición de España» del nuevo Gobierno de coalición.