Cómo funciona la red de tanques de tormentas de Madrid, la más grande del mundo: su papel en la prevención de inundaciones

El Canal de Isabel II gestiona más de 70 tanques de tormentas, y Madrid cuenta con 36 que reservan el agua de las lluvias antes de ser depurada. Entre todos pueden almacenar 1,32 hectómetros cúbicos, el equivalente a 391 piscinas olímpicas. Y los dos mayores están en Butarque y Arroyofresno. Cada uno puede almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua, ocho veces más que el estanque de El Retiro. Este último, con una superficie la mitad de la del Bernabéu, está ubicado en medio del campo de práctica de golf del Club de Campo Villa de Madrid. Una caseta de hormigón que da acceso a un impresionante búnker delata su existencia.

Desde la web del Canal de Isabel II explican que en días de precipitaciones intensas, el agua se cuela a raudales por las alcantarillas, pero debido a su enorme volumen, no puede ser depurada inmediatamente. Por este motivo, estas aguas esperan en los tanques de tormentas hasta que deja de llover. Es entonces cuando se conducen gradualmente a las estaciones de depuración. Con ello, no solo se evita la contaminación de los ríos, sino que, además, se impiden posibles inundaciones y daños ambientales. Evitando, por ejemplo, el desbordamiento del río Manzanares.

Pese a que podemos no saberlo, lo cierto es que las primeras aguas de lluvia son las más contaminantes, en tanto que arrastran consigo toda la suciedad acumulada en las calles y el asfalto, sin olvidar los metales de la atmósfera. De esta forma, las deposiciones de mascotas, los aceites de vehículos o los desechos sólidos que hay en el suelo son empujados por la lluvia hacia la red de alcantarillado.

De hecho, «un estudio de Canal de Isabel II ha detectado que, en algunos puntos, el agua precipitada durante la primera hora de lluvia es más contaminante incluso que el agua residual en tiempo seco«, señalan. No en vano, «la lluvia que se recoge es incluso más contaminante que las aguas fecales», explicaba en el pasado a ABC Manuel Rodríguez Quesada, en su papel como subdirector de Conservación e Infraestructura de la Zona Oeste de la compañía madrileña. Si no se retuviera y tratara convenientemente ese agua entraría al cauce con grandes cantidades de microorganismos. «Entre ellos puede haber patógenos de todo tipo», explicaba Rodríguez.

Lo que se mueve por debajo en el subsuelo es una obra mastodóntica, no es de extrañar que fuera el escenario elegido para rodar 'La casa de papel'. El de Arroyofresno tiene unos 35.000 metros cuadrados de superficie y 22 metros de profundidad (como un edificio de 6 plantas). La instalación representa un volumen total de construcción subterránea de cerca de 750.000 metros cúbicos, de los cuales 400.000 están destinados al almacenamiento de agua. Y demarcados con 267 pilotes grises de enorme grosor.

El agua de lluvia llega a este tanque por un único colector de más de 3 kilómetros de longitud que pasa por debajo del río Manzanares y de grandes infraestructuras como la M-30. Y los expertos indican que «sin embargo, lo que más impresiona es su diámetro de casi 7 metros, que permite un caudal de agua de hasta 100 metros cúbicos por segundo, 30 veces más que el caudal medio del río Manzanares«. La labor de estos tanques, en medio de una lluvia que no da tregua es clave para la seguridad del ciudadano.