Un festival de zarzuelas para el mes más castizo

Así el Teatro Amaya busca seguir apostando por la zarzuela, un género de vital importancia y una forma de expresión musical que ha desempeñado un papel fundamental en la cultura española. Un género que no solo tiene un valor estético y cultural, sino que también forma parte de la identidad de nuestro país.

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Del 1 al 7 de mayo se puede ver 'Los Gavilanes', una obra que cuenta la historia de Juan, un hombre que vuelve a su aldea natal después de una larga estancia en Perú, donde ha adquirido una gran fortuna. Al volver, se encuentra con que el alcalde y el jefe de gendarmes compiten por demostrar que fueron amigos cercanos de él en el pasado, mientras que su hermano y su hija presumen de las joyas que les ha regalado. Durante una celebración en su honor, Juan revela que la verdadera razón de su partida fue su amor por una mujer llamada Adriana, que descubre que fue casada por su madre con un hombre y ahora es viuda y pobre.

Del 11 al 15 de mayo será el turno de 'La del manojo de rosas', que cuenta la historia de amor y conflictos en una plaza de barrio madrileña en el año 1934. Entre sus personajes está Lola, una joven que trabaja en la fábrica textil y que está enamorada de Capó; Pepe, un joven revolucionario que intentar organizar una huelga en la fábrica y que se enamora de Clarita; y Pilar, la esposa de Joaquín, que está celosa de la atención que recibe Ascensión por parte de su marido. Mientras tanto, en el barrio se empiezan a sentir las tensiones políticas de la época, con la aparición de grupos fascistas que intentan imponer su ideología a través de la violencia.

Una de las zarzuelas que son 'cabeza de cartel' indiscutible en esta suerte de festival es 'La Revoltosa', considerada junto con la Verbena de La Paloma como una de las obras cumbre del género chico, y una pieza fundamental donde se aprecia la maestría del libreto y de la música. Programada del 17 al 21 de mayo, es un fiel reflejo de los ambientes vecinales de finales del siglo XIX, haciendo un singular retrato gracias al ingenio de José López Silva y Carlos Fernández Shaw, que trasladan al escenario todo el sentir y la realidad del Madrid de aquellos años.

El Amaya celebra el 125 aniversario de 'Agua, azucarillos y aguardiente' entre el 25 y el 28 de mayo. Estrenada por Federico CHueca en 1897, tiene un texto original de Miguel Ramos Carrión que descubre todo tipo de personajes típicos del Madrid de hace un siglo (vendedoras, niñeras, chulapones, etc), que se pasean a lo largo de la obra como una especie de escaparate costumbrista y castizo de la capital de España.

El festival cierra su programación a lo grande del 31 de mayo al 4 de junio con 'La Verbena de La Paloma', con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón. Subtitulado 'El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos'—, este sainete en un acto cumplirá 130 años en 2023, ya que se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 7 de febrero de 1894. La historia de esta mítica zarzuela transcurre en el Madrid más cercano a la calle de Toledo, en un atardecer del 14 de agosto, en la víspera de la fiesta más castiza de la capital.

Esta joya del género cuenta la historia de Susana y Casta, dos jóvenes trabajadoras de un comercio de la zona que aceptan los galanteos de un maduro boticario, Don Hilarión. Julián, que está enamorada de Susana, se pone de los nervios y no ve con buenos ojos ni al viejo boticario ni sus intenciones. Al día siguiente, en pena verbena de La Paloma, se arma un hilarante jaleo con brillantes diálogos y melodías que forman parte esencial de la historia cultural de Madrid.