Fatal desenlace al hallarse un pantalón y un pie en el vertedero donde se busca al pequeño Ángel
La Policía encuentra entre la basura restos que, a falta del ADN, serían del menor de los dos primos de Villa de Vallecas
«Los padres están destrozados, mantenían la esperanza de que el menor, de 11 años, apareciese con vida», afirma un familiar
Un mes y un día, con toda una Navidad de por medio, es lo que ha durado el calvario (ahora empieza otro más duro, el luto) para los familiares de Fernando y Ángel, los dos primos de Villa de Vallecas, de 17 y 11 años, ... respectivamente, desaparecidos el 10 de diciembre en Carabanchel.
El hallazgo fortuito del cadáver del mayor de los dos, cinco días después (aunque no fue hasta el 21 de diciembre cuando se identificó) en el vertedero de Toledo ya indicaba que el destino de Ángel también podría ser fatal. Y así ha sido.
Este miércoles, poco antes de las once de la mañana, la Policía Nacional encontraba restos que, a la espera del análisis del ADN, serían los del niño de 11 años. Fuentes del caso precisan a ABC que lo que se ha hallado es un pie y un trozo de pantalón. Además, había algunos restos biológicos más que también podrían ser de él y, cerca, otros pequeños huesos, pero eran de animales.
Caso de los primos desaparecidos: así es la angustiosa y difícil búsqueda de Ángel en el vertedero
Carlos HidalgoLa Policía peina con drones, perros y un helicóptero con infrarrojos la basura, en busca del menor de los dos primos de Vallecas. El abogado cree que fueron asesinados y pide testigos protegidos
De todos los medios técnicos empleados en peinar la basura acotada en el Ecoparque de Toledo ha sido el manual el que al final ha arrojado algo de luz. Una de las dos retroexcavadoras que trabajaban allí ha recogido parte de los residuos y de ella han caído la extremidad inferior, de pequeño tamaño, y el trozo de prenda de ropa. El propio operario de la máquina se dio cuenta y dio la voz de alarma. Una vez en el suelo, con rastrillos, los agentes de Villa de Vallecas discriminaron aquellos vestigios que podían ser útiles para la investigación de los que no.
La búsqueda continúa
De inmediato, se activó el protocolo en estos casos. Se paralizó toda la búsqueda, se acotó la zona en cuestión y se dio aviso a la comisión judicial. El juez del caso, de Toledo, se personó enseguida y ordenó el traslado, siguiendo la lógica y escrupulosa cadena de custodia, hasta el Instituto de Medicina Legal. Ahora, se va a cotejar el ADN de los restos susceptibles de ser de Ángel con los de su padre.
La búsqueda quedó paralizada hasta las tres de la tarde, cuando se reanudó. Es más, estos días seguirán allí tanto los agentes de la comisaría de Villa de Vallecas como los de la UFAM Central (especialistas en delitos a menores y mujeres), el Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas (GOIT), la Unidad Canina, los drones, el Grupo de Delitos Violentos de la Policía Científica (DEVI)... El medio que se ha retirado es el helicóptero de infrarrojos, ya que, al haber tantos restos orgánicos acumulados, saltaban a cada momento sus alertas.
Fuentes de toda solvencia negaron que se hallara el pie en la misma zona donde fue encontrado Fernando, en una cinta de distribución. De hecho, lo que se está analizando es la basura de tres días de la zona de Toledo donde estaba el contenedor donde supuestamente los dos primos pernoctaron, al perder el último autobús de regreso a Madrid. No se trata de un área de rastreo muy amplio, de unos 3 metros cúbicos de altura y mucho menor que un campo de fútbol. La basura continúa inmovilizada, a la espera de encontrar el resto del cuerpo.
La familia, destrozada
A cien kilómetros del Ecoparque, la tristeza y los llantos volvieron a invadir la calle de la Sierra de Gredos, en el distrito de Villa de Vallecas, donde residen las familias de los dos menores. Fue pasadas las doce horas cuando recibieron la «fatal» noticia, poniendo fin a la poca esperanza que mantenía en pie a Ángel y Amparo, los padres del primo pequeño.
«Están destrozados. Toda la familia está destrozada, pero ellos tenían fe en que apareciese con vida. Eso es algo que no se va a perder hasta que tengamos la confirmación definitiva», cuenta a este diario Antonio, tío de los adolescentes, horas después de que los agentes de la comisaría del distrito se personasen en el edificio.
Los Fernández, apellido que comparten los dos primos, siempre han creído que en la muerte de los adolescentes estaban implicadas terceras personas. «Todo ha sido un engaño», afirma el tío, un mes después de que Fernando decidiese emprender la huida para encontrarse con su exnovia, Lucía, residente en un pueblo de Toledo. «Ellos no se separaban nunca, iban juntos a todos los lados, por eso Ángel se fue con él a Toledo. Donde iba el uno, lo seguía el otro», añade el tío. De hecho, para confirmar su teoría, hace dos días que la familia decidió contratar a un investigador privado.
La exnovia de Fernando
Fue una llamada de teléfono –de tantas que han recibido en este mes con pistas falsas– la que ha hecho que esa creencia no se desvanezca, pese que la autopsia de Fernando apunta a una muerte accidental por asfixia. La recibieron a finales de diciembre. Una mujer se encontraba al otro lado de la línea y, con detalles, les aseguraba que la familia de Lucía estaba detrás de lo ocurrido. La Policía, en cambio, no tiene ningún indicio que apunte a ello, porque la niña –de 16 años– y sus padres sostienen que ni hablaron con ellos ni los vieron.
«Una de las tres veces que fuimos a casa de la niña a preguntar, porque solo queríamos saber la verdad y ella era el único vínculo de Fernando con Toledo, notamos que la hermana pequeña –de 12 años– nos quería a decir algo, pero Lucía le hizo un gesto que la paró. Fue una sensación, pero entre eso y la llamada... La mujer hablaba hasta del bloque en el que vivían, nos dio detalles. Pueden ser mentira, pero bueno...«, argumenta Antonio.
Para algunos de los familiares, los celos podrían estar detrás «porque ella ya tendría otra relación». Los Fernández solo quieren una explicación lógica –si es que puede haberla– para el trágico final de estos dos niños inseparables. «No nos creemos que se metieran a dormir en un contenedor», subrayan.
«Nos quieren matar»
La madre de Lucía y su compañero sentimental, que esperan un hijo, se han manifestado muy preocupados, se sienten amenazados y, como adelantó ABC, han dejado su casa de Toledo para esconderse, por miedo a represalias. Así lo explica la progenitora de la exnovia de Fernando, a la que iban a ver cuando se fugaron en autobús a Toledo. De hecho, fuentes policiales indican que no era la primera vez que Fernando se iba unos días de casa.
«Ni yo ni mi marido nos hemos escapado de la justicia, sino por temor a hombres que nos quieren matar. Han venido a mi casa. Estoy preñada y tengo muchos niños pequeños. No deben matar a una inocente. Que todo salga a la luz y que paguen veinte años presos», dice la mujer, en un audio divulgado a través de las redes sociales, para desvincularse del caso. «Conozco a las familias de toda la vida, como ellos a mí. Que paguen lo que tengan que pagar por hacerle eso a un niño. Pero nosotros somos inocentes. Que se haga justicia, cuanto antes mejor«, continúa.
En las grabaciones, dice que «se juntaron doce o trece hombres y les pegaron una paliza» a sus dos hijas de 15 y 16 años. «Que nos dejen en paz, que somos inocentes. Y que le pidan perdón de rodillas a Dios, no a nosotros. No nos vamos a comer un marrón que no hemos hecho (sic)», explica la madre. Su actual marido califica de «vergüenza» lo que «están haciendo», quejándose de que su suegro, que está enfermo, no puede acudir al hospital.
¿Cómo murieron?
Los investigadores con los que ha hablado ABC señalan que, aunque el punto de partida es un accidente al intentar pernoctar en un contenedor de basura y que la autopsia de Fernando señala una muerte por asfixia no mecánica, tienen abiertas más hipótesis. «Por el hecho de que se encuentren los cuerpos, que no crea la familia que vamos a dejar de investigar cómo murieron«, señalan las fuentes consultadas.
Eran las cuatro de la tarde del 10 de diciembre cuando los dos primos dieron esquinazo al padre de Fernando, que estaba en una tintorería, con la excusa de comprar un bocadillo en un supermercado de General Ricardos. Lo que no imaginaba es que los críos abandonaron el establecimiento y, como recogen las cámaras, subieron solos al metro y tomaron el autobús hacia Toledo. Allí les captaron en la estación y en un centro comercial. Luego, se disiparon.
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