La expareja de la madre del falso arquitecto: «Me enamoré y me quedaron deudas que soy incapaz de pagar porque me arruinaron»
El empresario asegura que Rosa María Montesinos, imputada por las estafas en reformas en Madrid, dejó a cero la cuenta de una de sus empresas
La nueva trama del falso arquitecto de las reformas en Madrid: estafa a media decena de víctimas con una empresa fantasma
El falso arquitecto deja sin hogar a nuevas víctimas y utiliza el CIF de una sociedad del exnovio de su progenitora
El teléfono de José Manuel R. G. sonó de manera inesperada hace dos semanas. Al otro lado de la línea, la Policía Nacional de Madrid. «Me quedé de piedra todos los recuerdos y los malos tiempos pasados me vinieron de nuevo», dice este empresario valenciano, ... todavía sin recuperarse del susto. El CIF de una de sus sociedades de reformas, albañilería y construcción aparece vinculado a Sector Reforma, la nueva empresa fantasma que el falso arquitecto, David Casanova Montesinos, utiliza en Madrid para realizar rehabilitaciones de pisos que no concluye, en un presunto caso de estafa.
José Manuel resopló, se llevó las manos a la cabeza. «No era posible». Hace más de seis años que no tiene relación con la familia Montesinos, desde que la madre del falso arquitecto, Rosa María Montesinos, decidió romper la relación que mantenía con él tras nueve años de unión. La empresa por la que los agentes le preguntaban lleva una década sin actividad.
José Manuel no quiere saber nada de la familia con la que un día compartió vida, cuando aún no se habían mudado a la capital. Su relato es el reflejo de la forma en la que actúan. «Me enamoré de ella [dice refiriéndose a Rosa], me enamoré y fui tonto», resume. Hizo a la mujer gestora de una empresa de construcción de piscinas –que no está vinculada al caso de estafa en las reformas– y el dinero desapareció de las cuentas. «Me quedaron deudas que soy incapaz de pagar. Me arruinaron. Dejó de pagar a los proveedores, devolvía los recibos, y pasaba el dinero a las cuentas de su hija», afirma, sin ningún atisbo de duda: «Cuando me enteré, el mundo se me vino encima». Sufrió un infarto que le obliga a vivir con tres válvulas en el corazón.
Deuda de 50.000 euros
En su momento no quiso denunciar. «Prefiero perder que mal perder. Pensaba que me metería en un lío más grande, más unos gastos de abogados a los que no podía enfrentarme», explica el hombre, que ahora debe hacer frente a las denuncias que los proveedores –y Hacienda– le han puesto por los impagos. Algunas facturas ya las ha asumido, pero a otras confiesa que no puede hacer frente. En total, debe más de 50.000 euros que, según su testimonio, Rosa no pagó cuando era gestora de la empresa. «En esa época pudo coger cualquiera de mis datos. Supongo que eso fue lo que hizo, y por eso el hijo tiene el CIF», es la única explicación que José Manuel puede dar.
Los tres (Rosa y sus hijos, Aroa y David, el líder de la trama) están investigados por los engaños en las obras en Madrid y todos tienen antecedentes por hechos similares. La Policía los acusa de organización criminal. «Que les vaya bien, pero que el juez tome cartas en el asunto», concluye José Manuel que esta vez sí ha testificado ante los agentes y declarará cuando el juzgado lo requiera.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete