Emilio del Río: «Siempre he dicho que Madrid es, ante todo, una buena conversación»
COLONOS
El latinista explica que mucha parte de la vida cotidiana de Madrid ya se hacía en la Roma de hace dos mil años
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Emilio del Río es un apasionado de dos jardines que cultiva y que se contraponen en su presente vital: uno es Madrid, el otro es el de la antigua Roma que conoce como latinista en gerundio, en tránsito. Su mirada ve detalles de lo ... que Roma nos legó en cada lugar de la ciudad, o incluso en su carácter. Su charla es torrencial, amable, plena sin abrumar para tratar la vinculación entre su formación, sus libros, y esta ciudad. Dice que Madrid, por eso del don de lenguas antiguas y modernas, es, «ante todo, una buena conversación». Un frase que le viene como anillo al dedo para comparar esta ciudad con la Roma de hace dos milenios.
Ahí están sus libros 'Calamares a la romana', 'Locos por los clásicos' o 'Pequeña historia de la mitología clásica', entre otros, que dan la imagen de divulgador del entrevistado. No estábamos tan alejados, ni mucho menos, de Roma, porque, se pregunta, que qué somos los madrileños en los bares de hoy sino los romanos en las tabernas de su tiempo. Emilio del Río, aunque no lo note, tiene la pronunciación riojana, que es algo para lo que hay que tener oído.
Emilio del Río, pura energía desde la ciudad al mundo, sabe que Madrid tiene toda una teoría de terrazas, y él extraña una en Santa Ana y aprecia la del Club Financiero; aunque es hombre que va en metro y gusta de las catacumbas del metro y del transporte público. No es ocioso que, en muchos aspectos, compare la Roma actual con Madrid; si ha citado los bares, también lo hace con la propia gastronomía. Por ello da la razón a Apicio cuando, en su libro, en su forma de ser, en su apertura al mundo concibió Roma como un mosaico de sabores. De ahí la importancia del 'carpe diem' que le da a la ciudad. La cataloga como una ciudad «disfrutona», con todo lo que va implícito en ello. Basándose en la famosa película asevera que Madrid es una ' cittá aperta' en referencia fílmica a Roberto Rossellini. Luego en la charla va saliendo el Madrid más suyo, el de la Movida. Aquí sí que el latinista tiene hacerle una concesión a la nostalgia. Quizá, porque como afirma, una canción de Alaska sería hoy impensable. Acaso porque vivimos tiempos inquisitoriales. Por el Madrid de Emilio del Río pasean Cicerón y Demócrito, en comanda. Es un hombre que actualiza Roma, y ve a la Roma más clásica en la ciudad. Y como epítome, cita a la Mariblanca, que es la representación de Venus en la Puerta del Sol. Porque, arguye, Madrid es ciudad «muy sensual».
—Pongamos que hablamos de Madrid. De su Madrid. Luego iremos a comparaciones con tiempos pretéritos. Eso le pido, lo que Madrid representa para usted.
—Madrid es como tu origen, tu destino, la libertad absoluta, el ingenio. Es una ciudad segura. Siempre he dicho que Madrid es, ante todo, una buena conversación. En 'Calamares a la romana' lo cuento. Todos somos romanos aunque no queramos. Y todos los capítulos son títulos de canciones de la Movida.
—Qué tendrá la Movida Madrileña, que tantas evocaciones despierta. ¿Cree usted que podría volver a darse esa explosión de libertad?
—Ahora, en estos tiempos en los que el pensamiento inquisitorial cancela tantas cosas, no sé si se podían dar algo de las canciones de Alaska.
—Alaska es que era así, y así seguirá. La Movida es Historia, como la Antigua Roma, ese jardín que usted cultiva con delectación. Del placer, tan romano, quiero que verse la charla. ¿Qué le parece?
—Es que en Madrid hay tantos estímulos... Las terrazas. Voy en metro, en bus, en bicicleta. Me gusta Madrid entera y verdadera, de arriba a abajo. En las azoteas y en el subsuelo.
—La catacumba y el foro. Muy romano eso. No corremos peligro de los bárbaros...
—Fíjate, yo que he viajado mucho, tampoco voy a presumir, tengo elementos de comparación para decir que Madrid es una ciudad segura.
MUY PERSONAL

- LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO. Logroño, 30 de noviembre de 1963.
—En esos elementos habrá alguno que le disguste.
—Las pintadas. No me gustan nada las pintadas.
—La pregunta ha estado latente en estos minutos. Pese a que la ciudad como tal no es de fundación romana, sí que la Comunidad muestra un rico mosaico de la Roma clásica ¿Qué tiene el madrileño de romano?
—Todo. Nuestra manera de vivir, de afrontar la vida. Madrid es una 'città aperta'. Nunca te pregunta de dónde vienes.
—¿Podría precisar aún un poquito más?
—Disfruta mucho de la vida. Madrid es una ciudad disfrutona. Es una ciudad que trabaja de día y trabaja de noche.
—¿'Carpe diem'?
—'Carpe diem' total, Madrid es una ciudad que saca el lado positivo de todas las cosas. Hay alegría. Y en la gastronomía aquí se coge todo y se integra. Es una ciudad que ama el teatro, y eso viene también del mundo clásico.
—Pero no sólo 'carpe diem'. ¿Hay otra ciudad que espejea en los clásicos?
Sí. Es una ciudad solidaria, amiga: ya decía Cicerón que la vida sin amistad no vale nada. O Demócrito, que en pez compartido no hay espinas. O ya Machado, Madrid, Madrid, rompeolas de todas las Españas...
—Su día a día en Madrid. Olvidaba preguntarle cómo es. Cómo pasa el día un filólogo de lenguas muertas.
Corro con mi amigo Mago More, mi programa en Radio Nacional, comida familiar, sagrada siesta y lectura.
—¿Cómo combinaría un plato riojano con uno madrileño?
—Unas patatas a la riojana con callos madrileños en lugar de con chorizo. ¡Yo, de hecho, lo cocino¡
—El lugar más grecolatino de Madrid, para terminar.
—La Puerta del Sol. La Mariblanca, la estatua que preside la plaza es Venus, la diosa de la sensualidad... de la sexualidad, Madrid es muy sensual.
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