Detenidos 5 pandilleros tras intentar un asesinato y amenazar con «lanzar granadas a la comisaría»

La Policía Municipal estaba vigilando la zona de La Elipa (Ciudad Lineal) porque, al estar en fiestas, se sospechaba que las bandas latinas aprovecharían para hacer de las suyas. Y así fue. Controlaban el parque Arriaga, punto de reunión habitual del grupo predominante en el barrio, los DDP. Cerca de allí, sobre las diez de la noche del domingo, en Juan Boscán con la calle de Arriaga, vieron a tres de los encartados separarse de los otros dos. Se acercaron a un joven que circulaba en patinete. Discretamente, uno de los atacantes hizo señas a sus compinches de que se trataba de la persona a la que tenían que 'cazar'. Tres lo acorralaron entre dos coches.

Los agentes se acercaron a ellos, mientras que el que parecía el cabecilla le ordena a su víctima: «¡Baja patria. Baja patria o se te acabó!». Se trata de una expresión que suelen utilizar de manera humillante entre miembros de bandas rivales, como los Trinitarios. Y le vieron sacar un cuchillo de 9 centímetros de hoja y ponérselo en el costado al otro joven, para acabar con su vida. Pero los policías municipales actuaron con celeridad: le dieron el alto, gritándole, momento en el que los pandilleros salieron corriendo y el que intentó el homicida tiró el arma en su huida.

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Uno de los uniformados le placó y logró lanzarlo al suelo, deteniéndole. Llegaron refuerzos y los compañeros detuvieron a otros dos DDP. Quedaba otro par, que intentaban pasar desapercibidos colocándose muy cerca, pero sin actuar. Los policías les preguntaron qué hacían allí y uno reconoció que era el hermano del que había blandido la faca. Un arma que fue hallada rápidamente y cuya empuñadura estaba envuelta en papel 'film', una práctica habitual en las bandas latinas para no dejar huellas dactilares cuando son recuperadas por los investigadores.

Varios de los atacantes eran viejos conocidos de los patrulleros, que los habían visto reunirse con anterioridad. E incluso tenían antecedentes y penales, precisan a ABC fuentes de la investigación. Los sujetos pretenden continuamente mantener el 'control' en el barrio, frente a sus contrincantes, conformando un grupo criminal y quedando probadas, en este caso, al menos un delito de amenazas graves.

Son tres dominicanos y dos españoles de origen marroquí, de entre 18 y 26 años. Además, en el momento de la detención de uno de los encartados se mostró extremadamente agresivo con los agentes: «¡Puto maricón de mierda! ¡Os voy a matar! ¡Os voy a quemar la comisaría, os voy a tirar granadas a la comisaría!», no paraba de gritar.

Ya engrilletado, lo metieron en el coche patrulla, donde se revolvió, golpeando la mampara de seguridad a patadas, hasta desencajarla y dejarla bastante dañada. Una actitud que continuó hasta llegar a dependencias policiales, donde, extenuado, comenzó a calmarse.

El parque Arriaga, muy cercano al cementerio de La Almudena, ya fue escenario de otros ataques de bandas, como el ocurrido en junio de 2020, cuando un varón de 27 años recibió cinco cuchilladas a manos de varios pandilleros junto a unas canchas.