Detenido el cabecilla de un narcolocal en Leganés por violar a una joven de 22 años: «La vimos desnuda en la calle»
La víctima, cuya ropa encontraron los agentes en el interior del inmueble, podría haber sido forzada bajo sumisión química
Los vecinos del narcolocal de Leganés denuncian que el trapicheo de droga en la zona no cesa
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Iniciar sesiónSolo dos meses después de que un hombre de 29 años recibiera tres cuchilladas en el narcolocal de Leganés que supuestamente regenta, la Policía Nacional regresó este fin de semana al punto de marras para llevárselo arrestado por otro motivo también escabroso. Los agentes ... le colocaron las esposas por un presunto delito de agresión sexual, después de que la víctima, una joven venezolana de 22 años, saliera a la calle desnuda para pedir auxilio. Fueron los vecinos los que dieron la voz de alarma al observar la pavorosa escena.
Los hechos tuvieron lugar a las 17.30 horas del pasado sábado, cuando un indicativo del Cuerpo Nacional se personó en el número 3 de la calle de San Andrés (en el barrio de Los Santos), encontrándose a la mujer en estado de shock y con síntomas evidentes de haber consumido algún tipo de droga. Al entrevistarse con ella, relató haber sido violada por este individuo, de origen marroquí y con numerosos antecedentes, quien, según su relato, le habría facilitado previamente sustancias estupefacientes.
Los agentes accedieron entonces al narcolocal y comprobaron que la ropa y otros efectos personales de la joven efectivamente estaban allí. Este hecho, unido al testimonio incongruente del señalado, quien aseguraba en realidad ser la víctima de esta situación, llevó a los uniformados a colocarle los grilletes tras agredirla sexualmente. Y ello, con la posibilidad añadida de que se hubiera cometido bajo sumisión química, un extremo para cuyo esclarecimiento será fundamental el resultado de los análisis toxicológicos practicados a la joven.
Drogas y reyertas en casa de los S-8, la nueva banda que atemoriza a Leganés
Aitor Santos MoyaLos miembros de este peligroso grupo operan en la misma zona del bar La Octava, un local que trae de cabeza a los vecinos hartos del ruido y la violencia
A principios de septiembre, una sucesión de hechos violentos en torno al citado narcolocal, donde el ahora arrestado fue gravemente apuñalado y solo 24 horas después cuatro personas resultaron detenidas por forzar la puerta con una radial, hicieron saltar todas las alarmas. Aquellos acontecimientos ni siquiera frenaron el trapicheo de droga, como así reflejaba el peregrinaje de clientes, algunos de ellos toxicómanos, que seguían acudiendo al inmueble sin saber de su abrupta clausura.
La Policía Nacional intensificó a partir de aquello las labores de patrullaje en un enclave castigado por las peleas y el propio tráfico de droga. «La zona en los últimos tiempos se ha convertido en un polvorín», coincidían los afectados, hartos de una situación que hasta la fecha no parece haber revertido. Ayer mismo, los propios agentes tuvieron que intervenir al observar la extraña presencia de dos personas que trataban de entrar al local.
Graves reyertas
La violencia en este enclave de Leganés es ya una constante debido, principalmente, a dos inmuebles ubicados a muy poca distancia entre sí: uno el citado punto de venta de droga y el otro un local de copas latino, La Octava, en el que hace un año una quincena de individuos se enzarzaron en una salvaje reyerta, entre otros incidentes registrados. «Lo que hicieron fue romper las patas de las mesas de metal, y coger también la parte superior y partirla en trozos, con el astillado de madera grande», describían los testigos tras lo sucedido.
La escena recordaba a otra sucedida meses antes, cuando la Policía Local tuvo que intervenir por otra pelea multitudinaria, en la que tres personas resultaron apuñaladas. Los propios residentes advirtieron de que uno de los implicados había lanzado al tejado del local un arma de fuego, lo que obligó a los uniformados a subir para encontrar una pistola de aire comprimido con doce bolas de acero en su cargador.
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