Destapan tres clínicas ilegales que trataban cáncer de piel y ponían bótox entre insectos y perros
Un dispositivo contra estos locales de la Policía Municipal evidencia el intrusismo y el riesgo para la salud
Operación Intruso: inspeccionadas 45 tiendas de chinos, con 40 cajas de puros, 2.000 juguetes y 8.500 mascarillas incautados
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Iniciar sesiónAlgunas clínicas de estética y autodenominados salones de belleza son chiringuitos en los que sus dueños se llenan los bolsillos con esta práctica de intrusismo profesional y los clientes se juegan la salud por pagar bastante menos por unos tratamientos que ni siquiera son necesarios. ... Hablamos de tatuajes, micropigmentaciones, inyecciones de bótox, lipoláser e incluso técnicas contra melanomas (tumores malignos que causan el cáncer de piel). Esto y mucho más es lo que se ha encontrado la Policía Municipal de Madrid en un operativo por etapas que ha desmantelado tres locales similares.
Los agentes de la Oficina de Atención Ciudadana del distrito de Usera han actuado, primero, en un centro de acupuntura y medicina tradicional china. El diagnóstico de la inspección fue un delito contra la salud pública e intrusismo profesional, entre otros asuntos, por dar diagnóstico y prescribir medicamentos sin tener la titulación homologada. Entre las deficiencias detectadas, «vendían medicamentos de manera ilegal, con falta de higiene, presencia de insectos, perro en el local y productos vegetales en descomposición».
Los policías municipales se incautaron de 1.775 unidades, con blísters y bolsas plásticas con metilprednisolona y prednisona (tanto para distintos tipos de cánceres como para hinchazones); Ebastina (antihistamínico)y azitromicina (analgésico), Omeprazol y Famotidina (protectores estomacales), Symbicort Turbuhaler (para el asma y el EPOC), Gelocatil... Además de parches analgésicos, fórmulas magistrales en polvo, productos herbáceos en mal estado. Y cientos de botes etiquetados en chino sin trazabilidad. Procedieron a la incautación total, con precinto judicial, y todo fue notificado a la Comunidad de Madrid y al juzgado, que investiga el caso.
A los funcionarios les llamó la atención la tranquilidad con la que los empleados chinos trataban allí a los pacientes, con un pastor siberiano blanco echado en el suelo, junto a todo el material supuestamente sanitario. Ya no es una cuestión de ignorancia de nuestras leyes, sino pura dejadez, porque quizá sepan que las consecuencias penales son mínimas.
El segundo establecimiento inspeccionado es un centro de estética que se publicitaba en redes sociales con tratamientos como láser para verrugas, tatuajes, melanomas, lipoláser... Todo, sin habilitación alguna. También daban medicamentos sujetos a receta, cosméticos con sustancias prohibidas, maquinaria sin marcado de la Comunidad Europea y mediante personal no cualificado. Entre los productos intervenidos, había 132 piezas de lidocaína, epinefrina, colirios y cremas anestésicas. En cuanto a los cosméticos con sustancias cancerígenas, había esmaltes con formaldehído, cremas y tintes Butylphenyl Methylpropional, un compuesto tóxico prohibido en la UE desde 2022.
Agujas reutilizadas
Las tintas utilizadas, Eternal Ink y Permablend, estaban etiquetadas como de «uso exclusivo para prácticas». También se incautaron de máscaras faciales y de una máquina láser sin homologación. Todo fue aprehendido y precintado, abriéndose una causa judicial por intrusismo profesional.
El tercer centro de estética intervenido practicaba el microblading (una técnica de pigmentación de la piel semipermanente), micropigmentación, tatuajes, inyecciones de ácido hialurónico, eliminación de tatuajes y demás tratamientos estéticos sin autorización. Las fuentes consultadas apuntan que tampoco aquí hallaron registros sanitarios, el personal carecía de titulación, ni existía control higiénico: «Es más, se reutilizaban las agujas y la maquinaria láser y estética».
Los policías municipales de Madrid se llevaron 496 unidades de cosméticos, muchas caducadas, sin etiquetado en castellano ni, por supuesto, permiso de la Unión Europea. Entre las sustancias prohibidas, ocho con Butylphenyl Methylpropional y 39 para tatuajes y micropigmentación de origen chino y sin registro.
En cuanto a los medicamentos, eran 229 unidades de anestésicos, lidocaína, parches, cremas e inyectables). Se precintaron 761, que quedaron en manos de la Comunidad de Madrid y de la autoridad judicial.
Se da la circunstancia de que una de estas clínicas ya fue investigada en una operación de finales de 2021, bautizada Intruso. En aquella ocasión, fueron inspeccionados 45 establecimientos. El dispositivo se saldó, en cuatro días (del 13 al 16 de diciembre), con 22 detenidos, la mayoría por infracciones de la Ley de Extranjería; dos reclamaciones judiciales pendientes; 1 por atentado a agente de la autoridad, y el último por tenencia ilícita de armas. Además, hubo 237 identificados, en Usera, Puente de Vallecas, Centro y Tetuán.
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