SOS desesperado por el sueño de ser gimnastas rítmicas: «Necesitamos un sitio en el que entrenar»

Una docena de jóvenes gimnastas rítmicas inició la que debería ser su rutina a las 10 de la mañana frente al Ayuntamiento de Leganés. Hasta que el verano llegó y, con él, el parón estival, la realizaban en la Ciudad Escuela de los Muchachos (CEMU), pero esta les comunicó que a partir de septiembre sería un club de baloncesto el que ocuparía sus instalaciones. Ayer, el calendario marcó la temida fecha y los peores presagios de este desahucio anunciado se cumplieron, dejando sin suelo en el que hacer posturas imposibles a una veintena de niñas y jóvenes, de entre 4 y 21 años, que en solo un mes se enfrentarán en las clasificaciones para el campeonato de España. El entrenamiento no fue tal, sino una llamada de socorro, un SOS desesperado para encontrar un recinto deportivo en el que poder prepararse, mínimo, las 9 horas semanales que exige esta disciplina. «Solo pedimos un rincón para entrenar» fue la súplica de la camiseta, a modo de uniforme, que llevaron las gimnastas, dirigida al alcalde del municipio, Santiago Llorente (PSOE).

Hace cinco años que RITMadrid llegó a la localidad y, desde entonces, según denuncia Ana Isabel Chaparro, entrenadora y fundadora del club, el consistorio nunca ha contestado sus solicitudes para la cesión de una instalación en la que llevar a cabo su sueño. Hasta esta semana, cuando recibieron una notificación que aseguraba que no cumplían los requisitos técnicos. «¿Cuáles son?», pregunta Chaparro.

Con las cuotas, pagaban el alquiler de CEMU. «Al principio de verano nos dijeron que nos teníamos que ir porque un equipo de baloncesto va a pagar mucho más. Todo estaba cerrado, no tuvimos margen para movernos», explica la fundadora, quien critica con dureza: «Somos un club pequeño porque no nos dejan crecer«. La máxima oferta municipal que recibieron fue la concesión dos horas a la semana del polideportivo La Fortuna. Pero para ellas no es suficiente. »Entrenamos entre 9 y 15 horas a la semana«, añade. Ahora, se verán obligadas a hacerlo en la calle.

Las que más sufren la situación son las 20 jóvenes, que ven cómo octubre se acerca y, con el inicio del próximo mes, las clasificaciones para el campeonato de España de gimnasia rítmica, que se celebra en 2023. «No tenemos dónde entrenar, no podemos hacer nada», se lamenta la campeona de Madrid en cinta y mazas en 2021. Con 19 años, entrena desde los 7. «Necesitamos un sitio, si no tendremos que dejar la gimnasia», reclama, llena de impotencia. Su sueño es dedicarse a la gimnasia rítmica «hasta que el cuerpo aguante» y llegar a ser «campeona de España», pero ahora ve cómo se aleja si no encuentran un lugar en el que pasar las horas necesarias.

El ayuntamiento, contactado por este diario, afirma que las cesiones se hacen en base a la puntuación obtenida en criterios técnicos como «el número de componentes del equipo», «capacitación oficial de la persona que dirige la actividad«, »participación en competiciones oficiales« o »temporadas de desarrollo de la actividad«. »Las instalaciones son limitadas, pero queremos que todos los clubes puedan usar alguna durante algunas horas«, aseguran fuentes municipales, que explican que el concejal de Deportes, Miguel Ángel Gutiérrez, ha emplazado ya a la directora del club »a ver opciones«. Mientras, las jóvenes seguirán haciendo del suelo de la calle su tapiz, con solo tres premisas: esfuerzo, constancia y disciplina.